Representantes de la Mesa para la Soberanía Alimentaria exigieron ayer que el gobierno declare estado de emergencia nacional, para reducir los impactos que ha generado el fenómeno de la sequía en la agricultura y en la seguridad alimentaria del país.
“Las medidas que está llevando a cabo el Gobierno para mitigar los efectos de la sequía y evitar la especulación de precios de los granos básicos, son todavía insuficientes para enfrentar la problemática”, advirtió Carlos Cotto, uno de los representantes de la gremial.
Según lo apuntó, la declaratoria de estado de emergencia permitiría una movilización especial de los recursos del estado y apertura de ayuda internacional para poder atender la situación que está afectando la calidad de vida y pone en vulnerabilidad a las familias salvadoreñas.
De acuerdo con los datos proporcionados días atrás por algunas gremiales, la sequía meteorológica severa ha causado pérdidas en las cosechas de maíz que ya alcanzan los 13 millones de quintales y más de $120 millones en inversión de los agricultores.
Pese a estos datos y al clamor de los agricultores porque se tomen medidas serias, el gobierno se ha limitado a decir que aún se encuentran evaluando decretar la emergencia.
Entre las medidas que según los funcionarios de gobierno ayudarán a reducir los impactos de la sequía, están la entrega de paquetes agrícolas para que los productores de granos básicos vuelvan a sembrar.
Sin embargo, para los representantes de la Mesa para la Soberanía Alimentaria, la entrega de nuevos paquetes agrícolas podría no ser una solución, pues es muy probable que se vuelva a perder la cosecha.
Según lo ha informado el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, el país puede verse influenciado por un nuevo período seco (canícula), a finales de julio y principios de agosto, además el fenómeno de El Niño podría prolongarse hasta el primer trimestre de 2016.
De acuerdo con los voceros de la gremial, el reparto de paquetes agrícolas debe realizarse con base a una estrategia diferenciada, con análisis de fondo de los lugares donde se pretende volver a sembrar.
El MARN mantiene un monitoreo constante del indice de humedad de los suelos donde se indican las zonas que podrían tener las condiciones para poder resembrar.
Los representantes de la Mesa para la Soberanía Alimentaria señalaron que es indispensable que se tomen medidas serias en el tema y que se implementen modelos alternativos de agricultura, como la agro-ecología.
Además, señalan que se debe buscar la manera de proteger y rescatar las semillas criollas, que han demostrado ser las únicas resilientes al cambio climático.