Las normas técnicas más importantes para el funcionamiento de la Ley de Fondos de Inversión estarían aprobadas en septiembre y se espera que el Banco Central de Reserva (BCR) avale todas las normativas a más tardar en diciembre.
El presidente del BCR, Óscar Cabrera, dijo que ya han sido aprobadas cuatro normativas. Las dos más importantes son las referidas a funcionamiento de las gestoras de fondos y los requisitos para los administradores de inversiones.
De acuerdo con el funcionario, 13 normas más estarían aprobadas a más tardar en diciembre de este año. En todo caso, en el mes de septiembre ya estarían listas aquellas que son esenciales para que operen los Fondos de Inversión.
“Las más importantes finalizarían a más tardar septiembre, que son con las que se echa a funcionar”, expresó el titular del Banco Central.
Cabrera destacó que el trabajo estaría terminando con mayor rapidez gracias a una constante comunicación con el sector privado, en específico la Bolsa de Valores de El Salvador, para elaborar y revisar cada una de las normativas.
De momento ya ha sido autorizado el funcionamiento de una gestora denominada SGB Fondos de Inversión. Con la aprobación de todas las normas se espera que la Ley entre en funcionamiento por completo el próximo año. Además se proyecta que las transacciones con estos fondos alcanzarían entre $500 y $800 millones en los primeros años.
La Ley de Fondos de Inversión permitiría a los salvadoreños utilizar sus ahorros en proyectos productivos o de desarrollo que les generen mayores ganancias.
Desde el punto de vista de las empresas, les otorgaría nuevas opciones para acceder a financiamiento con el cual costear sus proyectos. La ventaja es que se trataría de préstamos de más largo plazo.
Además estas facilidades estarían disponibles no solo para la mediana y gran empresa, sino también para las pequeñas, un sector que suele tener dificultades para obtener dinero.
Por otro lado, con la aprobación de toda la estructura relativa a fondos de inversión, algunos sectores señalan que se puede permitir que los ahorros de pensiones inviertan en nuevos proyectos que generen más ganancia a los trabajadores.