El Salvador fue el único país de Centroamérica que el año pasado disminuyó el movimiento de carga portuaria a través de contenedores. Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), nuestro país movió 1,378 TEU (contenedores estándar de 6.2 metros) menos, una reducción del 1 %.
Según el ranking de movimiento portuario de contenedores publicado, el puerto de Acajutla pasó de mover 180,634 contenedores en 2013 a 179,256 el año pasado. Aunque no es la única terminal portuaria en la región que registró una disminución, es una pérdida significativa, ya que es la única en nuestro país que actualmente brinda servicios al comercio exterior.
De los 14 puertos centroamericanos que Cepal incluyó en el ranking, la terminal portuaria de Acajutla se encuentra en la novena posición. Al ser comparado con las principales terminales marítimas de cada país, El Salvador solo supera a puerto Corinto, de Nicaragua, que movió 107,718 contenedores.
El puerto Balboa, en Panamá, el primero del ranking, movió 3,468,283 TEU, logrando un aumento de 9 %.
La terminal que quedó en segundo lugar por la actividad comercial también se encuentra en ese país: Puerto Colón movió 3,286,736 contenedores.
Puerto Limón, en Costa Rica, superó el millón de contenedores al registrar 1,089,518 TEU durante 2014, creciendo 3 %. Esto, pese a que la terminal enfrentó una huelga de operarios el año pasado.
El listado destaca que puerto Cortés, de Honduras, registró un flujo de 578,561 TEU, creciendo 1 %, mientras que Santo Tomás de Castilla movió 525,455 contenedores, subiendo 5 %.
Nicaragua aparece en la lista regional justo debajo de El Salvador con puerto Corinto. Aunque esa terminal movió 107,718 TEU, su tasa de crecimiento en 2014 fue de 17 %, registrando así un mayor dinamismo que el de nuestro país.
Sumando la actividad de todos los puertos en 2014, El Salvador se ubicaría en cuarto lugar. Panamá lidera la región, con 6.7 millones de TEU, Costa rica sumaría 1.3 millones y Guatemala 1.2 millones de contenedores. Honduras mantendría la cuarta posición con 682 mil.
Fuera de la jugada
CEPAL explicó en el comunicado que el ranking monitorea 119 puertos de Latinoamérica. De ellos, los primeros 40 representan el 89 % de las operaciones, moviendo 41.8 millones de contenedores.
El Salvador no participa de ese pujante grupo, ya que su único puerto comercial activo ocupa la posición número 52 en el ranking general.
Estancamiento regional
Según el monitoreo, la región movió 47 millones de TEU durante el año pasado, registrando un crecimiento de 1.3 % en esta actividad comercial. Sin embargo, la CEPAL interpretó el dato como un estancamiento en las operaciones portuarias “tomando en cuenta que la actividad creció 1.7 % en 2013, 5.8 % en 2012 y 13.8 % en 2011”.
Aún así, el dinamismo portuario no fue similar en todo el continente. Los puertos localizados en el pacífico de Sudamérica crecieron 5.3 % en su flujo, México subió un 4 % y Centroamérica, el 3.4 %.
En contraparte, el Caribe redujo su volumen de TEU en 8.2 % y los puertos en el Atlántico sudamericano bajaron su actividad en 2.2 %.
La Cepal destacó que los cambios en la actividad portuaria requieren una administración más compleja y sofisticada para “conducir al sistema portuario a objetivos de clara utilidad para el desarrollo económico, como mayores prestaciones, eficiencia, productividad y competitividad”.
Además de recuperar el flujo de contenedores, El Salvador tiene el reto de poner a trabajar el puerto de la Unión, que aún no ha sido concesionado a una empresa que pueda (o este interesada) en operarlo.
El 28 de mayo pasado el último proceso de licitación fue declarado desierto por la Comisión Ejecutiva Portuaria Autónoma (CEPA), ya que de las cuatro empresas precalificadas, ninguna presentó oferta para operar la terminal portuaria. Algunos economistas han criticado que la obra tiene un problema en su concepción: tendrá que competir con el flujo de carga que ya transita por el puerto de Acajutla, además de las otras terminales centroamericanas.
El Gobierno planea modificar el marco legal para “flexibilizar” las reglas con las que competirán las empresas en una futura licitación de La Unión. Tampoco descarta la contratación directa.