Factores externos como el crecimiento positivo de Estados Unidos y los bajos precios del petróleo han traído buenas noticias para el crecimiento económico de los países de Centroamérica, mostrando potencial de mayor incremento para este año; sin embargo, los países de la región deberán aplicar ajustes fiscales si desean poder experimentar un mayor desarrollo económico.
El buen desempeño de la economía norteamericana es señal de mayor ingreso de remesas tanto para El Salvador como el resto de países de la región; sin embargo, Jordi Prat, coordinador regional del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), cree que las remesas son una solución a corto plazo y no deberían ser consideradas como una solución al crecimiento de un país.
El informe del BID, titulado “El Legado de la Crisis”, establece que “entre sus instrumentos de política, un país tiene la posibilidad de cambiar el nivel de deuda y/o ajustar los fundamentos económicos para mejorar su percepción crediticia”.
Para este punto, el Banco explica que la reducción de la deuda en el corto plazo generará los espacios fiscales para “mitigar los efectos adversos de una crisis y mejorar la calidad crediticia del país”.
Prat explicó que es necesario que en El Salvador se estabilice la deuda, pero para realizar ese ajuste fiscal se debe ver cómo se hará. En este caso, el país deberá enfocarse en una “agenda fiscal”, tomando en consideración dos puntos: el ajuste de la deuda y disminuir el déficit fiscal.
Por otra parte, el informe indica que “mejorar los fundamentos económicos del país sería más eficiente para lograr efectos de más largo plazo”. Prat ejemplificó que al reducir la criminalidad y mejorar el sector productivo se traduciría en menor dependencia de remesas.
Aunque los factores externos ya mencionados tendrán un impacto positivo en la economía y se verán reflejados en el crecimiento para este año, es necesario tomar en cuenta que son los mecanismos de mejora de fundamentos económicos y el ajuste fiscal, los que traerán desarrollo económico.
“La implementación de políticas orientadas a mejorar fundamentos económicos toma tiempo, aunque pueden existir beneficios de corto plazo”, postula el informe. Ejemplifica mencionando que en muchos casos se necesitan de extensos procesos de diálogo político para diseñar reformas y luego se deben realizar adecuaciones institucionales para su implementación.
Para el representante del BID, los ajustes fiscales son dolorosos, pero se deben llevar a cabo si los países desean un mejor desempeño económico.
Más allá de esto, las naciones podrían experimentar otros beneficios de corto plazo generados a base de un ajuste fiscal, puesto que se generarían expectativas positivas sobre el desempeño futuro de la economía de ese país.
Principalmente, se ve reflejado en la cantidad de inversiones que se generan en una determinada nación. El BID indicó que cuando se percibe un buen desempeño económico y, por ende, una buena calificación crediticia, se crea credibilidad ante los inversionistas.