SAN SALVADOR. El presidente salvadoreño, Salvador Sánchez Cerén, pidió hoy al Congreso estadounidense los fondos para financiar el plan Alianza por la Prosperidad con el que los tres países del Triángulo Norte de Centroamérica y la nación norteamericana pretenden frenar la migración ilegal.
El mandatario dijo que los fondos “son necesarios para la región” para “volverla próspera” y aseveró que los tres países -El Salvador, Guatemala y Honduras- “tienen la capacidad” de gestionar la ayuda.
Sánchez Cerén explicó que dicho plan se enfocará en incentivar el crecimiento económico, desarrollar el capital humano, mejorar la seguridad ciudadana y el fortalecimiento de las instituciones.
“(La solución) no solo es disminuir el problema migratorio, no solo disminuir el problema de la violencia (…), sino que es transformar la región”, dijo en rueda de prensa.
En su comparecencia, Sánchez Cerén informó de los resultados de las reuniones que junto a sus homólogos de Guatemala, Otto Pérez Molina, y Honduras, Juan Orlando Hernández, mantuvo el lunes y martes con el vicepresidente estadounidense, Joseph Biden, en la capital guatemalteca para abordar la Alianza por la Prosperidad.
También explicó que el plan, elaborado en conjunto con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), es “una ruta de trabajo que se dinamizó a partir del anuncio del presidente Barack Obama” de solicitar al Congreso de los Estados Unidos un desembolso de 3,000 millones de dólares para tres años y que “es una inversión importante”.
“Quiero aprovechar para pedirle al Congreso de Estado Unidos” que los apruebe porque “esos fondos son necesarios para la región”, expresó.
El gobernante aseguró que los fondos serán invertidos en 44 municipios de El Salvador con “elevada” marginación y violencia.
BIDEN PIDE ACCIONES CONCRETAS
El vicepresidente estadounidense Joe Biden dijo sentirse extremadamente optimista de las reuniones que sostuvo por dos días con los presidentes centroamericanos en el marco del Plan Alianza para la Prosperidad, pero advirtió que es necesario que haya acciones concretas internas.
“Todo el dinero del mundo no podrá lidiar con los problemas estructurales que existen o los problemas de gobernanza que existen o los problemas relacionados con corrupción y la aplicación de la ley”, afirmó Biden en el marco de las reuniones con los presidentes Otto Pérez Molina, de Guatemala; Salvador Sánchez Cerén, de El Salvador, y Juan Orlando Hernández de Honduras.
Al finalizar su visita a Guatemala, el vicepresidente expresó que esta es una oportunidad gigantesca no sólo para los países del norte de Centroamérica, sino para la región entera.
Biden dijo que hay varias cosas por superar, como por ejemplo cambios institucionales, gobiernos más transparentes.
“Tenemos que tener más información sobre lo que los gobiernos están haciendo, los contratos que están teniendo, en qué se están gastando el dinero, si los impuestos se están recolectando”, expresó.
“Lo que queremos es transformar la región y Estados Unidos no va a hacer esto; los países en cuestión lo van a hacer, eso va a pasar desde adentro”, señaló el vicepresidente.
De las acciones que hay que implementar para mejorar la región, Biden dijo que la experiencia de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala, un organismo de las Naciones Unidas para investigar grupos paralelos incrustados en el Estado que en unos meses terminará su mandato, “debe ser extendida”.
“La comisión que llamamos Cicig debe ser extendida y obviamente es una decisión soberana que ustedes deben tomar”, afirmó. “La impunidad es un problema gigante en el triángulo norte y punto, por eso la continuidad de la Cicig es muy importante”.