Denuncian irregularidades en importación de miga de arroz

Productores de harina señalan que MAG pide nuevos requisitos sin haberles informado previamente

descripción de la imagen
Los empresarios se reunieron ayer para presentar, todos juntos, las propuestas de ahorro e ingresos. Foto EDH / cortesía anep

Por Patricia García negocios@eldiariodehoy.com

2015-02-18 8:00:00

Desde hace más de una semana pequeñas empresas que se dedican a la importación de miga de arroz para procesar harina, se han visto obstaculizadas para traer el producto al país, ya que según explican, el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), ha incorporado nuevos requisitos para poder importar sin emitirles ningún aviso previo, con el fin de “dejarlos fuera del mercado”.

“Ellos nos han restringido la entrada, las importaciones no las han cerrado, pero piden una serie de requisitos que como pequeños y medianos empresarios no podemos cumplir”, aseguró uno de los representantes del sector.

De acuerdo con los comerciantes, días atrás, importar el producto era más fácil, el trámite lo podían realizar en las oficinas del MAG y en aduanas, además las muestras para análisis de laboratorio las hacían en la frontera, y el embarque debía recibir tratamiento fitosanitario al ingreso al país, durante dos horas.

Sin embargo, desde el pasado 9 de febrero, para poder ingresar producto, el MAG ha emitido nuevas disposiciones, sin darles margen de maniobra a los pequeños empresarios.

Según lo señalan los representantes del sector, desde la semana anterior, el trámite para importar únicamente lo pueden realizar en las oficinas centrales del MAG, lo cual genera pérdida de tiempo y costos para volver a enviar al tramitador a la frontera, para que lleve los documentos y dejen pasar la carga.

También deben adjuntar certificados fitosanitarios del país de origen, en original, lo cual es casi imposible porque este certificado le queda al país de donde procede el embarque, y solo podrían proceder con copias.

Otro de los obstáculos que la cartera de Estado ha puesto al sector, es que deben presentar la autorización del país de origen sobre el funcionamiento de la planta procesadora, lo que es difícil de adquirir porque en su mayoría, el producto es negociado directamente con agricultores, quienes no cuentan con esta documentación.

Según lo explicaron los pequeños empresarios, las plantas que tienen esas autorizaciones no las emiten, porque venden producto puestos en planta y no es de su interés la exportación.

Además, otro problema que se generaría al comprarles producto a esas empresas, es que al ingresar al país , se pueda poner en duda el origen, ya que estas empresas importan miga americana.

Por si fuera poco, el MAG ha decretado que la planta o molino que recibirá el producto en El Salvador, debe tener un certificado de funcionamiento emitido por el Ministerio de Salud, lo que requiere entre siete y doce meses para obtenerse.

“El Ministerio de Agricultura lo está pidiendo inmediatamente, sin previo aviso, sin dar la oportunidad de tramitarlo; si esperamos a sacar el permiso para poder importar miga, cuando lo obtengamos ya habremos quebrado, ya que no tendríamos la materia prima para seguir trabajando”, advierten.

Según los empresarios, aunque el producto no está detenido en la frontera, sí se tiene en espera en los países de procedencia.

“Aunque el producto no es perecedero y puede esperar un par de días, se está quedando mal con los comerciantes de los otros países, y si lo traemos, para nosotros mantener una rastra en frontera después del día estipulado, es un gran gasto, ya que cobran alrededor de 100 dólares por día, más IVA”, apuntan.

Se buscó información sobre los requisitos para la importación de miga de arroz en el sitio web del MAG, sin embargo, el sistema de información en sanidad agropecuaria, indica que este es uno de los productos que se encuentran con restricción de importación vigente, y no hay más información al respecto.

Ayer por la tarde se conoció que el MAG emitió una orden para que los pequeños empresarios que ya compraron producto lo puedan traer, pero estos solo tienen un periodo de ocho días para hacerlo. Después de este tiempo, deberán cumplir cada uno de los requisitos que se les exige.

Medidas los dejan fuera del mercado

Lo que más preocupa a los productores de harina de arroz es que al emitir estas medidas, el MAG los está dejando fuera del mercado.

Los empresarios que no están incluidos en los beneficios del Convenio Permanente para la Comercialización de Arroz Granza Nacional, que se mantiene desde hace más de diez años, señalan que con estos requisitos, otras empresas pueden aprovechar para continuar con el monopolio.

“Hay intereses grandes, acuérdese que en el país consume alrededor de 60 mil quintales de harina de arroz mensuales; es un mercado bastante apetecible para que se lo repartan entre grandes empresas, y nos dejen afuera a nosotros. Obviamente, ¿a quién le va a quedar el mercado de la harina de arroz?, a los que pueden importar miga de otros países”, advierte uno de los representantes del sector.

Según advierten las grandes empresas que mantienen un convenio de comercialización de arroz podrían verse beneficiados porque ellos tienen facilidad de importar el producto.

Además, hacen referencia a los años 2006 y 2009, cuando también se les pusieron obs táculos para importar el arroz quebrado; ya que pese a tener problemas con la comercialización de la miga de arroz, el país sí tuvo importación de este producto, precisamente procedente de países con los que comercializan los grandes industriales (ver tabla adjunta).

La ventaja de los agroindustriales es que además de la facilidad que tienen de importar producto, tienen reservas de arroz americano y de la cosecha nacional.

Al no haber miga en el país, solo quedaría la opción de moler arroz, lo cual pueden hacerlo las grandes empresas.

Pero el malestar de los productores de harina no llega hasta ahí, ya que para ellos, los grandes industriales que compran arroz, no son varias empresas, sino que estas ya podrían pertenecer a un grupo específico.

“Al final el monopolio podría ser la empresa Alba, y habría que ver si esta ya es parte de la Asociación Salvadoreña de Beneficiadores de Arroz, Asalbar”, apuntan.

Según los señalamientos que hacen, el interés de los industriales es que quieren desaparecer del mercado a este grupo de pequeños empresarios productores de harina; por una parte, para no tener competencia, y por otra, porque quieren tener todo, para que se dispare el precio. “Ahorita el precio de la harina ha rondado entre 32 y 34 dólares, pero ellos quieren ponerla entre 48 y 55 dólares el quintal”, se quejaron.

Aunque se ha intentado conocer la versión del ministro de Agricultura y Ganadería, respecto a las nueva disposiciones, no ha sido posible que él conteste ni que su encargada de comunicaciones nos ponga en contacto con alguien que pueda dar una explicación respecto a las nuevas disposiciones.