El exembajador de Estados Unidos en Colombia entre 1994 y 1997, Myles Frechette, aseguró ayer, durante el desarrollo del Foro Visión Empresarial 2015, que resolver la seguridad de un país facilita la atracción de la inversión y el desarrollo económico.
Y no lo dice por teoría, sino porque conoce de primera mano la experiencia de Colombia, que pasó de ser un país agobiado por la guerrilla y el narcotráfico a convertirse en la quinta mayor economía de América Latina.
“El fortalecimiento de la seguridad ha mejorado la inversión”, dijo en su ponencia durante el foro organizado por Grupo Cerca.
Este país logró aumentar cuatro veces su producto interno bruto al implementar, en 2002, el Plan Colombia.
El gobierno de Estados Unidos aportó más de $9,000 millones para este plan, pero según Frechette, la mayor parte de este financiamiento provino del bolsillo de los colombianos, que aportaron dinero a través de impuestos.
“Los colombianos se dieron cuenta que estaban al borde del precipicio y decidieron ir adelante, pagar impuestos, algo que fue necesario”, aseguró. Para este año, incluso, entrará en vigor uno de ellos, que irá disminuyendo gradualmente hasta conseguir los fondos necesarios para ayudar a las fuerzas de seguridad.
¿Y se puede replicar este programa en El Salvador?, se le preguntó al ex funcionario. Sí, responde Frechette, aunque agregó: “Eso cuesta plata y alguien tiene que pagarla”.
Sin embargo para Frechette todo depende las variantes de cada país.
En Colombia el plan tuvo éxito porque, según Frechette, el Gobierno creó un plan bien definido y con objetivos específicos que logró una mayor disciplina en el uso de estos fondos. Si un país como El Salvador quisiera replicar este programa en el país tendría que eliminar la impunidad.
Sus palabras llegan en momentos en que el Gobierno salvadoreño ha promovido y coordinado con otras instituciones un Consejo Nacional de Seguridad que presentará diferentes medidas para reducir la criminalidad.
Según Frechette, sin seguridad ningún empresario querrá venir al país sabiendo que pueden afectar a sus empleados o profesionales.
“Una compañía no va a mandar a sus ingenieros o expertos cuando saben que los van a secuestrar o a volarlos con bombas”, dice Frechette.
Opiniones
Los empresarios y economistas salvadoreños reconocen que si El Salvador no resuelve la inseguridad, el país no será atractivo para las empresas locales, pues incluso ellos mismos son afectados con extorsiones y asesinatos a diario, y no están animados a invertir más en sus compañías.
A eso se suman los problemas de competitividad que enfrentan los empresarios: burocracia, excesiva tramitología para la exportación, precios altos en la energía eléctrica y otra serie de problemas que le restan competitividad a las compañías.
El empresario y presidente de la Asociación Salvadoreña de Industriales (ASI) Javier Simán, así como el economista Álvaro Trigueros, del departamento económico de Fusades coincidieron en que en el país hace falta priorizar y pasar de los hechos a las acciones.
Solo en el tema de seguridad Trigueros manifestó que aunque hay un gobierno y fuerzas de seguridad destinadas al combate del crimen, son los delincuentes quienes dominan y controlan todo el territorio.
Rafael Barraza, vicepresidente de la Asociación Bancaria Salvadoreña (Abansa) y también presidente de Banco Agrícola así como el director ejecutivo de Funde, Roberto Rubio, coincidieron en que el país necesita mejorar su confianza comenzando por un mayor consenso entre los sectores de la sociedad.
Sobre el tema de seguridad, Barraza dijo que el Gobierno tiene que establecer prioridades de acuerdo a los recursos económicos que posee. Coincidió con Frechette en que el país mejoraría su economía si lograra reducir la inseguridad.
Por su parte la viceministra de Economía, Luz Estrella Rodríguez, trató de mostrar los esfuerzos que el Gobierno ha hecho en materia económica para ayudar a los empresarios en todos sus trámites y apoyarlos también en mejorar su producción, ventas y exportaciones de sus productos.