La Fundación Nacional para el Desarrollo (Funde) expresó ayer que continúa la tendencia del bajo crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), el cual crecerá por debajo del 2 % al cierre del año.
Analistas de Funde señalaron que esto se debe a que el IVAE registró un crecimiento de 0.4 % a septiembre, lo que implica con gran probabilidad de bajo crecimiento para 2014 y, aunque a principios del año hubo un desempeño económico superior al 1 %, después de las elecciones presidenciales este empezó a ralentizarse.
Dicho comportamiento económico recae en dos variables importantes. La primera es que el empleo formal, hasta septiembre pasado, demostró un crecimiento del 1 % en comparación al 2013; sin embargo, la recaudación del IVA doméstico se contrajo 1.2 % al siguiente mes.
El informe destaca que hay varios factores que han venido a afectar el crecimiento, tales como el rubro de las exportaciones e importaciones. Estas han experimentado hasta octubre una caída significativa.
En el caso de las exportaciones se registra una disminución de 4.7 %, mientras que las importaciones cayeron 3 %.
De acuerdo con el documento de Funde, “los productos salvadoreños pierden mercado aceleradamente, pues los bienes tradicionales caen al 38 % frente a un estancamiento de los no tradicionales y a la caída de 9 % en las exportaciones de maquila”.
Otra variable clave para el dinamismo económico ha sido la inversión extranjera directa; ya que el país percibió un ingreso de 71 millones de dólares en este año hasta el segundo trimestre, aproximadamente 39 millones de dólares menos que el año pasado y 264 millones de dólares menos que en 2012, lo que implica una disminución significativa.
Finalmente, el informe destaca que los problemas fiscales se han agudizado en términos de liquidez, alto déficit público y la necesidad urgente y creciente de la deuda de corto plazo.
Aquí, apuntó la Fundación, se encuentra un desafío puesto que, según la perspectiva para el 2015, el déficit fiscal pasará del 4 % en que se encuentra actualmente y la deuda llegará al 60 % del PIB.
Se considera que para el próximo año la liquidez del gobierno seguirá en una situación crítica y se creará un “agotamiento de espacio fiscal para tomar decisiones”, destaca el reporte.