Perspectivas de los mercados globales para 2015

El 2015 va a ser un año bursátil turbulento lleno de oportunidades y desafíos. Los inversionistas deben vigilar y manejar sus portafolios activamente. La selección de los ganadores de las tendencias actuales es clave para obtener buenos rendimientos

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PASCAL ROHNER DIRECTOR DE INVERSI??N DE PRIVATE INVESTMENT MANAGEMENT EN PANAM?? prohner@pim-sa.com.pa

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2014-12-19 4:00:00

El 2014 fue un año bastante movido para inversionistas internacionales con subidas y bajadas fuertes en las bolsas y una increíble inconsistencia entre el mercado de renta variable y renta fija.

Los bonos más seguros como el tesoro americano y el bund alemán tuvieron rendimientos estelares impulsados por temores deflacionistas, algo que probablemente no se vaya a repetir en muchos años. Al mismo tiempo, los datos económicos y la bolsa estadounidense presentan un panorama diferente con perspectivas prometedoras.

Pensamos que 2015 será un año más volátil todavía con más diferencias sectoriales y regionales. Los inversionistas deben tener un enfoque de inversión muy activo con acceso constante a reservas de liquidez para poder aprovechar las oportunidades de compra que se van a presentar.

La gran ola de ventas de petróleo

El precio de petróleo ha caído aproximadamente 50 % en los últimos seis meses. Eso sorprende porque en general la economía global sigue siendo saludable apoyada por la fortaleza de la economía estadounidense.

Gran parte de la bajada del precio del crudo se debe a una sobreoferta resultando de un aumento de la producción en Estados Unidos y otros productores emergentes.

Adicionalmente, parece que el reinado de la Organización de Países Exportadores de Petróleo ha terminado. La decisión de no bajar la producción ha desembocado en una gran guerra de precios en la que sobre todo los saudíes tratan de frenar inversiones en nuevas fuentes de petróleo para recuperar cuota de mercado a largo plazo.

A corto plazo es probable que la sobreoferta siga pesando sobre el precio del petróleo. Pero en el curso de 2015 vamos a ver reducciones masivas de inversiones en proyectos costosos como arenas petrolíferas y pozos de esquisto bituminoso (“Shale Oil”) lo cual debería apoyar el precio de petróleo en su momento para reganar niveles más sostenibles alrededor USD 60-70. Una recuperación hacia USD 100 parece muy poco probable.

Ganadores y perdedores de menores costos de energía

Es evidente que la disminución en los costos de energía favorece a la mayoría de los países, la mayoría de las empresas y sobre todo la gran mayoría de los consumidores.

Se estima que la caída del petróleo debería impulsar el crecimiento de la economía global por aproximadamente 0.5 % a lo largo de 2 años, lo cual se va a notar principalmente en los primeros dos trimestres de 2015.

Los beneficiados incluyen Estados Unidos, Europa, Japón, Turquía, China, India entre otros, quienes tienen que importar petróleo.

Los datos recientes de la confianza del consumidor y ventas al por menor en Estados Unidos, así como encuestas empresariales en Alemania son evidencias alentadoras.

Por otra parte, esperamos más presiones para los productores de petróleo, sobre todo operadores de proyectos más costosos y países que dependen demasiado de la exportación del crudo, como Venezuela, Rusia y Nigeria, y en menor medida también Colombia y México, entre otros.

La ralentización de China continúa

En general vemos una divergencia muy profunda en los mercados emergentes. Los inversionistas ya no deben ver a los mercados emergentes como un grupo homogéneo.

Aparte de la dinámica del petróleo, es muy importante observar la transformación de la economía china, que sigue su curso en 2015. A pesar del impulso monetario a través de recortes de las tasas, el crecimiento va a seguir desacelerándose hacia tasas por debajo de 7% por primera vez desde la crisis financiera.

La economía china tiene que digerir los excesos de oferta de crédito y la desinflación de la burbuja inmobiliaria. Al mismo tiempo, la transformación gradual de una economía impulsada por inversiones hacia una economía impulsada por el consumo está resultando en un menor ritmo de crecimiento.

La consecuencia principal es que la demanda por materias primas está cambiando. Por ejemplo, la producción de acero está cerca de su pico. Por lo tanto, el precio del mineral de hierro cayó casi el 50 % este año.

Esperamos más presiones sobre los metales industriales y el hierro en 2015, lo cual conllevará a niveles más bajos de crecimiento económico en países exportadores como Australia, Brasil, Chile y Perú.

Estados Unidos sigue siendo el punto brillante

La recuperación de la economía estadounidense está completamente intacta con una aceleración notable que debe continuar en 2015. El mercado de la vivienda se está recuperando lentamente, pero más importante, la confianza del consumidor ha llegado a niveles más altos en muchos años, impulsada por la caída del precio de la gasolina (de USD 3.8 por galón en julio a USD 2.9 actualmente) y la subida de la bolsa americana.

También el mercado laboral se ha recuperado fuertemente con una tasa de desempleo actual de solo 5.8 %, cerca de la banda superior de lo que piensa la Reserva Federal que es el equilibrio a largo plazo (5.2 % – 5.5 %). Si la reciente tendencia en la creación de nuevos empleos sigue, vamos a llegar a 5.5 % en marzo y 5.0 % hasta el final de 2015, lo cual va a crear expectativas de una inflación salarial.

Por lo tanto, pensamos que la Reserva Federal debería empezar a subir tasas en el segundo trimestre para terminar 2015 con una tasa de entre 1.0 % y 1.5 %.

La apreciación del dólar tiene un largo camino por recorrer

Mientras Estados Unidos va a reducir el estímulo monetario, lo contrario está por pasar en Europa y Japón. Los datos económicos han decepcionado y han generado temores deflacionistas. Japón ha aumentado su estímulo monetario en noviembre y probablemente vayan a anunciar medidas adicionales.

Las medidas del Banco Central Europeo han sido infructuosas hasta aquí y parece inevitable que vayan a tener que anunciar un programa de flexibilización cuantitativa más agresiva que bien puede incluir la compra de bonos soberanos.

La conclusión básica es que la divergencia entre la política monetaria de Estados Unidos de un lado y Europa/Japón del otro lado va a fortalecer el dólar americano. Adicionalmente, la valorización del dólar usando el tipo de cambio real y ajustando los términos del intercambio sigue siendo atractiva, y pensamos que la apreciación del dólar tiene un largo camino por recorrer.

Más volatilidad en la renta fija

La subida de tasas en dólares representa un riesgo elevado para la renta fija en 2015. En 2014, el rendimiento del tesoro americano a 10 años cayó de 3.0 % a 2.0 %, a pesar de la fortaleza de la economía americana.

Es evidente que los inversionistas no confían en la recuperación de la economía estadounidense y no ven tendencias inflacionistas a largo plazo. Este posicionamiento extremo es peligroso.

Junto con un inventario de bonos muy bajo de los bancos de inversiones (por temas regulatorios) eso puede generar mucha volatilidad no solo en bonos gubernamentales sino en la renta fija en general con subidas y bajadas violentas.

Recomendamos que los inversionistas entren al año 2015 con liquidez o suficiente línea de crédito para poder aprovechar las posibles correcciones. Adicionalmente, hay que ser muy selectivo y activo en el manejo de las carteras de bonos, diferenciando entre los ganadores y perdedores de las tendencias actuales.

Los inversionistas conservadores deberían reducir los riesgos de crédito y la duración. Los Fondos mutuos de retorno absoluto representan buenas alternativas en un entorno de subida de tasas.

Acciones europeas y japoneses tienen más potencial alcista

Las acciones tuvieron un año bastante complicado en 2014. El índice mundial de MSCI está por cerrar en el mismo nivel que comenzó el año.

La fortaleza del mercado americano (S&P 500 +7 %, NASDAQ +9 %) recompensó la caída de las bolsas en la gran mayoría de los demás países. Es probable que 2015 tenga un retorno total similar pero con diferencias sectoriales y regionales distintas. Sobre todo vemos una tendencia desde sectores defensivas con dividendos altos hacia sectores cíclicos que se benefician más de la aceleración de la economía global, de la caída de los costos de energía y están menos impactados por la subida de tasas en dólares.

Los ejemplos principales son el consumo discrecional, bienes de capital, transporte, petroquímica y tecnología.

Regionalmente creemos que las preferencias de los inversionistas se van a mover del oeste hacia el noreste, es decir de las Américas hacia Europa (excluyendo Rusia) y el Noreste de Asia. Las acciones de Japón y Europa deberían beneficiarse de una política monetaria más expansiva y la debilidad de sus monedas.