Rusia se estanca y se encamina a la recesión

La crisis del rublo está encaminando al país a un escenario como en 1998

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Un ruso sale de tienda de productos electrónicos en la ciudad de Stavropol, anticipándose a posible encarecimiento. foto edh / reuters

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2014-12-17 8:00:00

MOSCÚ. El desplome del rublo es solo el espejo de la profunda crisis de la economía de Rusia, castigada tanto por la caída de los precios del petróleo y las sanciones internacionales, como por la falta de reformas estructurales.

La economía rusa se estancó en noviembre, según mostraron datos publicados ayer por el Banco Central, lo que hace más probable que el colapso del rublo en este mes la empuje a la recesión el próximo año.

Según el analista salvadoreño, Manuel Hinds, “La crisis la está causando una enfermedad muy propia de los países subdesarrollados: su dependencia de los precios de un producto primario, en este caso el petróleo”.

Pero además, según Hinds, pone en evidencia una contradicción: que Rusia como otros países emergentes, “se había convertido en una economía más fuerte que las de Estados Unidos y de Europa”.

Agrega Hinds, que “La industria rusa todavía muestra la herencia del régimen comunista y es muy ineficiente. Produce a altos costos y con muy baja calidad. Por eso, sus exportaciones industriales son muy bajas y depende tanto de productos primarios como el petróleo, que son los que no tienen mucho valor agregado”.

Y es que la inversión de las compañías rusas, alguna vez un pilar del desempeño económico, bajó más de lo previsto el mes pasado, subrayando la presión de las sanciones de EE. UU. impuestas sobre Moscú por su papel en la crisis ucraniana.

Mientras el Gobierno del primer ministro Dmitri Medvédev, achacaba ayer toda la culpa de la depreciación del rublo, que ha perdido la mitad de su valor en lo que va de año, a los factores externos, otros señalan, además, el fracaso del modelo económico y la deficiente gestión del Ejecutivo.

En su editorial, el digital Gazeta.ru asegura que este mes puede convertirse en el “diciembre negro” de la historia de Rusia, que afronta en estos momentos la conjunción de tres crisis: financiera, de modelo económico y de gestión.

Según el citado medio, los factores externos —la caída de los precios del petróleo y las sanciones occidentales— no han hecho más que precipitar las crisis financiera y del modelo, que comenzaron a gestarse mucho antes de la anexión de Crimea, en marzo de este año.

A estas, añade Gazeta.ru, se suma la crisis de gestión, cuya causa “no radica en la inamovilidad en el poder ni en que entre los cargos del Estado prevalezca el servilismo sobre la profesionalidad, sino en que se ha puesto un signo de igualdad entre los intereses del país y los de las grandes compañías estatales”.

Muchos expertos coinciden en que cuando optó por respaldar el separatismo prorruso en Ucrania, Rusia sobrestimó la solidez de su economía y calculó mal la reacción de Occidente.

El fervor patriótico, resumido en la consigna “Krimnash” (Crimeanuestra), que siguió a la “reunificación” con Crimea, relegó a un tercer plano las preocupaciones que ya generaba la situación en la economía.

Rusia cerrará este año con 15.7 millones de pobres. La cifra pareciera no ser preocupante, pero en Rusia está bajo el umbral de la pobreza toda persona con un ingreso mensual inferior a 9,000 rublos, unos $150.

Ayer, los consumidores rusos inundaron las tiendas del país, comprando frenéticamente artículos costosos para tratar de adelantarse a aumentos de precios luego del desplome del rublo en los últimos días.

El gobierno busca formas de aliviar las presiones sobre la moneda rusa, devaluada 20 % en apenas dos días y creado temores de una estampida bancaria, muchos rusos compran automóviles y electrodomésticos, antes que los precios se disparen más. —Agencias