Director de Injuve critica ayuda que da EE. UU. a través sector privado

Funcionario dijo en el Congreso que la ayuda de EE. UU. para prevenir la violencia debería dirigirse al Ejecutivo y no al sector privado para implementar programas

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Director de Injuve critica ayuda que da EE. UU. a través sector privado

Por tomás guevara Corresponsal en Washington

2014-11-19 9:00:00

El director de Promoción de Educación del Instituto Nacional de la Juventud de El Salvador (Injuve), Roberto Escobar, realizó ayer miércoles una presentación, en uno de los salones del edificio Cannon de la Cámara Baja del Congreso estadounidense, en donde expuso parte de las propuestas de prevención de violencia y mayor inclusión en educación que contempla el borrador del Plan Quinquenal del segundo gobierno del FMLN.

Luego de hacer una larga revisión histórica del proceso de violencia, migraciones y falta de oportunidades para la juventud en El Salvador, el representante gubernamental, que continuará su gira por otras ciudades estadounidenses esta semana, matizó que los programas de prevención de la violencia, apoyados por la cooperación internacional -especialmente de la Agencia Internacional de los Estados Unidos para el Desarrollo, USAID- no se podría medir porque el Gobierno estadounidense está canalizando esa ayuda a través del sector privado, lo que señaló como negativo para el país.

“Hay un proyecto multimillonario (de USAID) que se está desarrollando en El Salvador para la juventud, pero a los que están destinando estos fondos les ha faltado más coordinación con el Gobierno salvadoreño, y ahí sí siento yo que hay dificultades, porque el dinero en cantidades muy fuertes se está manejando desde Estados Unidos con las fundaciones que son de la empresa privada. Si una empresa tiene sus fundaciones para hacer trabajo social, será porque ellos tienen sus fondos y van hacer el soporte para dar ayuda; pero si las fundaciones de la empresa privada captan fondos públicos y no coordinan con el Gobierno, que es el encargado de lo público entonces quedan ahí”, explicó el funcionario.

En la audiencia, formada por representantes de organizaciones no gubernamentales y de oficinas de congresistas, se trató de indagar con el representante gubernamental sobre las nuevas políticas de prevención de violencia y cómo se podían distinguir de las ejecutadas por el primer gobierno del FMLN, en manos de Mauricio Funes, cuando los planes de prevención no lograron reducir los índices de homicidios, sino que se incrementaron.

Luego llegó la tregua donde el Gobierno salvadoreño nunca puso en claro que nivel de participación tuvo en ese proceso.

Además, los participantes le pidieron ampliar sus conceptos a Roberto Escobar, quien llegó a Washington patrocinado por el Comité de Solidaridad con la Gente de El Salvador (CISPES), por sus siglas en inglés, sobre las interrelaciones entre los distintos sectores para la contención de la violencia y las políticas de prevención del crimen en la juventud.

El funcionario replicó que como representante del segmento de juventud pediría que si hay fondos públicos de Estados Unidos, destinados a apoyar las labores de prevención de violencia, se canalicen más con el Gobierno y las instancias del Ejecutivo encargadas de estos temas en El Salvador.

“Que los dineros los manejen las fundaciones de la empresa privada es una señal que, aunque puede haber muchas interpretaciones, pero ellos deberían estar más integrados a una acción del gobierno”, explicó.

Agregó que con ese esquema de cooperación concedido al sector privado, instituciones como las que él dirige pierden espacio para proponer agendas y desarrollar temáticas en foros de jóvenes.

Puso como ejemplo un encuentro realizado hace 15 días, donde la participación de la parte gubernamental estuvo limitada porque solo invitaron a algunos jóvenes, “no nos dieron la posibilidad de facilitar temáticas y otros puntos, porque fueron fundaciones privadas la que lo realizaron”, agregó.

La representante de CISPES en Washington, Alexis Stoumbelis, explicó que es importante discutir con los actores del Gobierno salvadoreño y otras instancias del país para buscar acercamientos a los distintos entes de Estados Unidos, cuando ya se comienza a hablar de los aportes que haría este país para echar a andar el Plan Alianza para la Prosperidad del Triángulo Norte de Centroamérica, que presupone una acción coordinada entre los tres países: Guatemala, Honduras y El Salvador, los más acosados por la criminalidad y las migraciones irregulares hacia Estados Unidos.

Esta organización también cuestiona el fruto de los mercados abiertos con el Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos, Centroamérica y República Dominicana, CAFTA-DR, por sus siglas en inglés, que a mediados de la década pasada prometían también generar prosperidad en la región, lo cual criticó que no ha sucedido.

Ejemplo de ello es que países como El Salvador han visto retrocesos en su balanza comercial, apuntó.

Fomilenio sin consulta

Roberto Escobar explicó también que la cooperación estadounidense a El Salvador, por parte de la Corporación para los Retos del Milenio (MCC), que aprobó recientemente otro donativo al país de 277 millones de dólares para el desarrollo de la franja costera del litoral Pacífico salvadoreño, no se ha diseñado en coordinación con las poblaciones que serían impactadas con ese programa.

“Con el tema de Fomilenio y la segunda parte que está en marcha, como Injuve nos sentamos la semana pasada para ver cómo va ser la participación del gobierno y de los jóvenes en este tipo de proyectos, porque nuevamente sentimos que la empresa privada es de las que más se va a beneficiar”, dijo.

Agregó que “en tanto que la empresa privada tendrá los grandes contratos y demás ellos definen sus políticas, definen sus salarios, definen cómo se van hacer las cosas, pero la gente no tiene ninguna posibilidad de participar”, detalló el director de la oficina de gobierno.

Como representante de la juventud, Escobar dijo que está interesado en que el Segundo Compacto, que iniciará operaciones en los próximos meses, debe tomar en cuenta al sector de población que representa en el Ejecutivo salvadoreño.

“Tenemos que incidir para que Fomilenio II también pueda escuchar a los jóvenes, el Fomilenio I no los escuchó; lo que se hizo de talleres era solo para que no digan, pero no ha habido discusión nacional de qué hacer con este proyecto de Fomilenio”, reiteró.

Otros participantes del debate también indagaron con el funcionario sobre las políticas de educación, y si hay articulados esfuerzos para prevenir desde el sistema educativo para mitigar el riesgo de las migraciones irregulares y de la prevención de la violencia y del combate al crimen.

La organización patrocinadora del viaje del funcionario gubernamental explicó en un comunicado que Escobar llegaba a Washington como parte de una gira nacional “Juventud de El Salvador: Luchando para hacer que la migración sea una opción, no una obligación”. —EDH