El Salvador en riesgo de ser “economía inviable” sin ajustes fiscales

Analistas señalan que es urgente la situación antes que suban los costos sociales

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El FMI espera que los proyectos de Fomilenio II en la zona costera, educación y clima de inversión dinamicen la economía. Foto EDH

Por Rodolfo Ortiz nacional@eldiariodehoy.com

2014-10-31 8:00:00

La última visita que realizó la misión del Fondo Monetario Internacional (FMI) para evaluar la economía salvadoreña reveló la necesidad de implementar drásticas medidas para contener el gasto, reducir la deuda pública y aumentar los ingresos del gobierno. Los últimos hallazgos del organismo revelan que El Salvador no ha cumplido las recomendaciones y se prevé un ambiente de insostenibilidad fiscal si no se corrige la ruta.

Según cifras del Banco Central de Reserva (BCR) la deuda pública total al finalizar 2011 fue de $11,778.3 millones, en 2013 cerró en $14,888.2 millones y para agosto de este año sumaba $15,341 millones. Solo en septiembre el gobierno de Salvador Sánchez Cerén se endeudó a ritmo de $3.8 millones por día.

Para el economista Rafael Lemus, el problema en los últimos años ha sido el poco control del déficit en el gobierno (la diferencia negativa entre los ingresos por impuestos y los gastos). De no controlarse los gastos, el déficit y el porcentaje de la deuda seguirían aumentando, ya que el gobierno ha utilizado Letras del Tesoro (Letes) para solventar la constante falta de liquidez.

“Lo que ha ocurrido es que como usted no ha corregido el desequilibrio, esos 4 puntos se traducen en aumento de deuda. El déficit usted lo tiene que leer como exceso de gasto y más financiamiento. Se va sumando la deuda”, explicó Lemus.

El también asesor técnico de la fracción de ARENA se refirió a este punto para indicar que el déficit del gobierno se ha mantenido en cerca de 4 % del Producto Interno Bruto (PIB), comparando los análisis de 2011 y 2014 hechos por el FMI. En cambio el organismo encontró que el porcentaje de la deuda creció de 52.9 % a 58 % al cierre de 2013 y la tendencia ha seguido en aumento durante este año.

El partido ARENA ha criticado que la deuda sigue incrementando debido al poco control sobre el gasto corriente y los Letes, que son considerados como la tarjeta de crédito del gobierno. “El problema del país es que para el ritmo de crecimiento y la magnitud del exceso de gasto nos estamos convirtiendo en una economía inviable o no sostenible”, comentó Rafael Lemus.

Como parte de su visita, la misión del FMI, dirigida por Uma Ramakrishnan, emitió recomendaciones preliminares.

Las metas son mayores

En términos generales, son las mismas medidas que la organización ha sugerido al país en el pasado, pero ahora las metas son mayores y de urgente cumplimiento.

Según el comunicado, hay dos posibles estrategias. El enfoque más integral implica llevar la deuda hacia un porcentaje de 50 % del PIB o menos en 10 años.

También requiere bajar el déficit de las finanzas públicas del 4 % actual a un 1.5 % del déficit. Esto implicaría aumentar los ingresos a través de más impuestos, ampliación de la base tributaria o crecimiento económico.

El segundo camino propuesto por la misión del FMI es que la deuda se estabilice alrededor del 60 %, esto implica detener su aumento, y compensar todos los gastos con un crecimiento sostenido del PIB en alrededor de 8 %.

Pero un crecimiento del 8 % es considerado imposible por algunos analistas, ya que el país lleva varios años con un crecimiento por debajo del 2 %.

“Las dos soluciones extremas son difíciles. A base de crecimiento o a base de ajuste fiscal, tomando una de las dos rutas no se logra salir”, expresó Rafael Lemus.

De acuerdo con el economista, lo más recomendable es combinar las diferentes acciones que ha propuesto el FMI, sin perder de vista el crecimiento económico y la inversión en infraestructura.

“Que se hagan las inversiones en infraestructura, que esas inversiones sean de calidad”, dijo en referencia a proyectos como el Sitramss –con 10 meses de retraso e inconcluso– y el que ahora es un Hoyo –El Chaparral–, que ha costado más de $108 millones a los contribuyentes.

El economista Claudio de Rosa coincidió en la opinión de unir medidas fiscales y crecimiento económico. Dijo que se requiere “mayor inversión en infraestructura, mayor inversión en capital humano, reducir el burocratismo y generar condiciones que hagan al país atractivo para la inversión extranjera”.

Más allá de las cifras, la jefa de misión, Uma Ramakrishnan, dijo que el crecimiento sostenido y la reducción de desigualdad necesita reformas estructurales a largo plazo para ser viable.

Entre ellas citó el segundo compacto de Fomilenio, el cual contempla inversiones en capital humano y mejora del clima de inversión. “Brinda una oportunidad para acelerar estas reformas estructurales que ayuden a elevar la productividad, la competitividad y el crecimiento”, comentó.

El crecimiento económico puede llegar a ser de 2.4 % en el mediano plazo gracias a la inversión privada y pública que contempla Fomilenio II.

Por otro lado, fueron reconocidos los esfuerzos por diversificar la matriz energética y así bajar los costos de la energía eléctrica, algo que empresarios e industriales y el mismo Banco Mundial en su ranking “Doing Business” observan como un obstáculo para la competitividad y desarrollo.

Además el FMI detalló que el Gobierno debe apostar por reducir la burocracia, generar más empleos, mejorar la educación y la seguridad.

Pensiones en la mira

Los representantes del FMI también instaron a abordar la deuda del sistema previsional, la cual representa el 11 % del PIB. “Es esencial una reforma integral del sistema de pensiones para lograr la sostenibilidad fiscal en el largo plazo”, reza el comunicado de la misión.

El FMI también recalcó que el debate sobre las pensiones debe incluir a toda la sociedad salvadoreña para alcanzar acuerdos básicos. De momento el Gobierno no ha dado a conocer el estudio sobre el sistema previsional, según el cual están elaborando una propuesta de reformas.

La misión del organismo internacional también expresó algunas cifras como previsión para la economía salvadoreña, en el caso de que no se cumplan las metas recomendadas o no se implementen los cambios necesarios.

Según De Rosa, quien estuvo presente en algunas de las reuniones con la misión del FMI es necesario implementar las recomendaciones realizadas “para no entrar en una crisis aguda”.

En el comunicado, el Fondo indicó que el crecimiento se mantendría abajo del 2.5 % en el mediano plazo. Además, de no realizar ajustes de gastos e incremento de ingresos, el déficit llegaría a 5.5 % del Producto Interno Bruto y la deuda alcanzaría el 70 %.

“Fueron muy claros ellos en decir que si no lo hacemos ahora (los ajustes), en forma ordenada, después el costo social e incluso político va a ser muy alto, y el económico también”, reflexionó Claudio de Rosa.

Incumplir estas metas nuevamente, conllevaría a un deterioro de la imagen del país para atraer la inversión y obtener financiamiento externo.

En abril de 2012, tras incumplir las metas en varias revisiones, el país perdió el acuerdo Stan-By con el FMI. Este funcionaba como un “seguro” mediante el cual el país podía acceder a financiamiento de $750 millones para enfrentar problemas de liquidez. Con el incumplimiento de las metas, el país perdió acceso a dichos fondos.

Antes El Salvador ya había sufrido un deterioro en su reputación crediticia. En noviembre de 2009 se perdió el “Grado de Inversión”, una calificación de confianza para los inversionistas extranjeros.

La calificadora de riesgo Moody’s retiró el grado de inversión debido al alto endeudamiento, el bajo crecimiento económico y la inestabilidad política.

Esto provocó que otras calificadoras redujeran su evaluación de la deuda soberana. Como efecto, el país paga más intereses debido al aumento en su riesgo crediticio.