Luis Cruz es un migueleño emprendedor que hace quince años inició una modesta tienda junto a un hermano y dos empleados. Sus conocimientos y las facilidades del banco que ahora le otorgan un galardón como “empresario del año” le han permitido crecer hasta llegar a los 130 empleados en sus 10 sucursales.
Sus planes son continuar mejorando los procesos de su empresa y aumentar su rendimiento.
Sin embargo, como el resto de pequeños empresarios en el país, está preocupado por el entorno para invertir.
Este año solo tendrá un 5 % de incremento en sus ventas, porque la delincuencia y el incremento de impuestos lo están afectando.
De hecho, los delincuentes intentaron atentar contra su vida en una oportunidad y, a pesar de eso, el empresario siguió adelante.
Eso le ha valido para tener una visión más crítica del papel del Gobierno. Dice que como empresario no le dolería pagar un poco más de impuestos si estos se vieran reflejados en más seguridad.
Pero se lamenta de saber que aunque ahora paga más tributos al Estado, las condiciones son peores que antes.
Las adversidades, sin embargo, no le quitan el impulso por mejorar. Sus proyectos a futuro están encaminados a asociarse con sus mismos familiares que, a base de esfuerzo, tienen negocios similares.
En el futuro piensa que podrían crecer más si unen esfuerzos.
Por otro lado, parte de sus ganancias las reinvierte en obra social, a través de varios programas en su comunidad.
Según Cruz, a pesar de las adversidades, todo empresario siempre tiene que retribuirles a sus vecinos parte de los beneficios que ha recibido de la gente. “Es un compromiso que todo empresario debe mantener”, afirmó.