El titular del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), Orestes Ortez, aseguró ayer que en abril comenzaría la recuperación de al menos ocho pozos que abastecen de agua los distritos de riego de Zapotitán, en La Libertad y que están abandonados desde hace muchos años.
El distrito de esa zona tiene 22 pozos en total, pero de estos solo siete están funcionando con normalidad y el resto están inservibles a pesar de la gran necesidad de agua que tienen los agricultores de la zona y de la disponibilidad de más de $1 millón con el que podría financiarse el proyecto agrícola de inmediato.
“Estamos en el proceso de una primera fase”, dijo el funcionario, quien reconoció el abandono de los distritos de riego en el país. Agregó que también se sigue de cerca la ampliación de otros distritos de riego como el de Atiocoyo, siempre en La Libertad y también se está considerando rehabilitar el afluente del río Colón, que baja de Los Chorros y que de acuerdo con Ortez, no se está aprovechando.
Por otra parte ya se abrió el proceso de licitación para reparar los sifones dañados en el distrito de riego Lempa-Acahuapa, en San Vicente, donde también hay un préstamo otorgado por el Banco Centroamericano de Integración Económica.
Los agricultores de esta zona esperan estas obras desde hace más de cuatro años y a la fecha no han tenido respuesta, a pesar de que los fondos destinados para este proyecto fueron aprobados hace más de un año.
El corredor seco también es uno de los puntos estratégicos en el que el MAG quiere invertir más proyectos de riego pues Orestes asegura que hay más de 140 municipios en los que ya no lloverá como en años anteriores y es necesario resguardar la seguridad alimentaria de los salvadoreños.
Sin embargo, hasta el momento lo más próximo es en Zapotitán, pues al preguntarle al funcionario cuándo estarían listos todos estos proyectos, aseguró que sería “durante el quinquenio”.
Ortez dio estas declaraciones en el marco de la firma de un convenio que se firmó junto al representante de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Alan González, y el ministro de Economía, Tharsis Salomón López.
El convenio pretende crear una coordinación interinstitucional para que los agricultores que hoy venden sus productos en el mercado informal, den el salto a la formalidad a través de encadenamientos productivos más eficientes.
El funcionario dijo que de las 90,000 familias que son asistidas a través del programa de Agricultura Familiar, unas 10,000 podrían ser seleccionadas para aumentar su producción y calidad y con ello avanzar hacia la formalidad como una pequeña empresa o suplir a otras pymes, que son atendidas por el Ministerio de Economía.
Todo se lograría si los agricultores aumentaran su producción y mejoraran su calidad, pero de ello dependen muchos programas de asistencia técnica y acompañamiento de las autoridades.
“Hay que hacer énfasis en la agricultura primaria. Se necesita tiempo y recursos para un estado de mercado formal. Necesitamos mejorar la producción”, dijo Alan González, representante de la FAO en el país.
El Ministerio de Agricultura ayudaría a mejorar la cadena de valor de los productos a través de sus programas de apoyo a las pequeñas empresas.
La agricultura ha sido uno de los sectores con muy poco crecimiento económico, a pesar de que el Gobierno del FMLN lo consideró su prioridad hace más de cinco años.
Y a pesar de que el MAG ha gastado millones de dólares en entrega de semilla mejorada, el país ha sufrido en 2012 y 2014 una carestía de maíz y frijoles que elevó los precios al consumidor.
Los agricultores de todo el país aseguran que las cosechas no son suficientes, debido a las variaciones de lluvia y sequía y a los pocos incentivos gubernamentales.