“No se trata de incentivos fiscales, sino de diálogo”

La Iniciativa de la Competitividad y Fusades presentaron ayer un estudio

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La Iniciativa para la Competitividad y Fusades presentaron ayer un estudio sobre inversión extranjera y exportación.

Por Evelyn Machuca negocios@eldiariodehoy.com

2014-11-28 8:00:00

El Salvador está rezagado en el tema de exportación, inversión y de atracción de inversión extranjera directa (IED), según el estudio “Análisis comparativo de experiencias regionales en operación de incentivos destinados a la promoción de exportaciones e inversiones extranjeras”, presentado por la Iniciativa de la Competitividad presentó ayer, junto a la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (Fusades).

El estudio es una comparación de El Salvador con Centroamérica sobre los incentivos que hay, por un lado, a nivel tributario, para poder generar un mayor nivel de exportaciones y de inversión extranjera directa en el país, explicó el economista Luis Membreño, quien también es el coordinador de la Iniciativa para la Competitividad.

Y por otro lado, agregó, sobre una serie de indicadores que también pueden generar un ambiente positivo y comparativamente mejor, por ejemplo, en temas de desarrollo humano, aeroportuario y salarios, entre otros.

“Con este estudio nos queda claro que estamos totalmente rezagados en la atracción de inversión extranjera directa y que en exportaciones nos estamos quedando muy atrás, lo que nos lleva a reflexionar sobre las cosas que se deben hacer en el país para poder cambiar esta tendencia negativa que hemos visto es a largo plazo”, señaló.

Membreño razonó que, por ejemplo, en Nicaragua hay menos institucionalidad que en El Salvador, pero tiene un mejor posicionamiento en la mente de los exportadores e inversionistas extranjeros directos.

Según señaló, Nicaragua es capaz de atraer entre 800 y 1,000 millones de dólares en inversión extranjera directa, mientras que El Salvador apenas atrajo unos 400 millones de dólares hace tres años, pero para este año la atracción es mucho menor.

“Y todo esto nos lleva a preguntarnos ¿adónde está el meollo del tema? Tenemos incentivos tributarios comparativos, similares, a los de la región; entonces, ¿adónde está el problema fundamental? Está en la falta de acuerdos nacionales”, razonó.

Membreño explicó que el mayor problema de todos es que no hay una visión de largo plazo en El Salvador que se pueda vender al mundo, a los inversionistas; no hay un claro posicionamiento dentro del Gobierno y esto es una prioridad.

“No existe un diálogo en el que podamos decir: Lo más importante es atraer inversión nacional y extranjera y por el otro lado enfocarnos en la exportación para poder generar mayor crecimiento en el país”, agregó.

Lo anterior pasa por que el país se enfoque desde la Presidencia y la Vicepresidencia de la República, desde los empresarios y los trabajadores a generar una serie de condiciones: reducir los tiempos en los que se dan los permisos de medio ambiente, los tiempos en los que se crea una empresa, que sean mejoradas las capacitaciones y la educación y generar las condiciones adecuadas para que las empresas se establezcan en el país.

“Si ponemos las energías de todos juntos en una misma dirección, creemos que podemos cambiar esa tendencia negativa”, consideró.

En ese mismo sentido, el director del Departamento de Estudios Económicos de Fusades, Álvaro Trigueros, apuntó que “existe una necesidad del diálogo público-privado, que nos pongamos de acuerdo en cuáles son las metas, los objetivos de país y que eso se mantenga, independientemente de quién está en el Gobierno de turno, porque esa permanencia y esa constancia es la que le da al país la seguridad para entrar a un proceso de desarrollo, de atraer inversión y promover la exportación”.

Cuestionado sobre el insistente pregonar del diálogo desde ambas partes y sobre los encuentros que han sostenido sin éxito, el doctor Trigueros destacó que lo importante es continuar con la idea de que el diálogo es una urgente necesidad.

“Y creo que está ocurriendo ya: en el Consejo para el Crecimiento , en el Consejo Nacional para la Seguridad Ciudadana. También hay diálogo entre el Ministerio de Economía, el vicepresidente (Óscar Ortiz) y algunas gremiales en el que están tratando de resolver problemas; ya este proceso ha iniciado con el nuevo Gobierno. Pensamos que no es fácil, porque todavía hay muchas diferencias, el país lleva años polarizado, pero hay una voluntad”, destacó.

El asesor y exdirector de Inteligencia Económica del Minec, Giovanni Berti, el estudio “es una buena radiografía de cómo estamos en materia de incentivos”, pero que hay que enmarcarlo en su “justa dimensión”.

“El Salvador en materia de su desempeño en atracción de IED ha venido ocupando las últimas posiciones en relación con los países vecinos, es una realidad, las cifras son muy claras y no hay forma de tapar el sol con un dedo, pero es importante poner esa realidad en su justa dimensión: Cuando uno compara los volúmenes de inversión extranjera también tiene que hacerlo en comparación con los países, el tamaño de sus economías, en comparación al tamaño de sus mercados”, declaró.

Berti dijo estar convencido que ese magro o débil desempeño ha comenzado a tener un retorno, en los últimos meses, como consecuencia no tanto de un cambio en el esquema de incentivos, sino más bien en torno a la ejecución de importantes inversiones que podrían colocar al país en una posición más ventajosa para 2015.

No conviene retirar incentivos

A juicio del asesor, quitar los incentivos a inversionistas, empresarios, exportadores, no es viable, porque es cuestión de un tema jurídico

“Los empresarios tienen derechos adquiridos, porque se han amparado a leyes de la República que les otorgan incentivos, y en ese sentido les protege un derecho que no podemos violentar en un país que se ufana de vivir en Estado de Derecho”, manifestó.

Añadió que quitarlos también tiene implicaciones económicas, porque parte de su competitividad se debe a que gozan de esos incentivos.

“Creo que no se trata de si los quitamos, los ponemos o los dejamos, sino que, al igual que los subsidios, tienen mucho mejor impacto cuando son bien focalizados”.

Para Berti el estudio presentado ayer esboza algunas insinuaciones de cómo orientar los incentivos con base en actividades específicas y no a sectores o ramas de actividad económica, sino mejor “hacia proyectos particulares que tienen un efecto detonante en la económica del país”.

“Creo que el próximo reto del país es cambiar el esquema de incentivos, pero no en el sentido de si los subo, los bajo, los quito, los pongo o los mantengo, sino en la lógica de cómo los focalizamos a aquellas industrias que le generan más impacto al país”.

Otra apuesta importante, sumó, es el avance que está teniendo la propuesta Ley de Procedimientos Administrativos, que sin duda ayudaría a simplificar trámites, a normar y a estandarizar todo procedimiento empresarial y ciudadano, y que supone una renovación institucional y administrativa positiva.