Fusades: 60 % indicadores económicos son negativos

La economía sigue estancada según reflejan las principales variables económicas

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La economía de El Salvador sigue estancada, según el análisis de Fusades hecho hasta septiembre. Foto EDH / archivo

Por Karen Molina negocios@eldiariodehoy.com

2014-11-19 8:00:00

El 60 % de un total de 30 indicadores que la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (Fusades) utiliza para medir el pulso de la economía es negativos, el 23 % está estable y solo un 17% de ellos es positivo, de acuerdo con un análisis que este organismo hizo a septiembre de este año.

La reducción de las exportaciones, el déficit de cuenta corriente, la baja inversión extranjera directa, el déficit fiscal y otros más son algunos de los indicadores que siguen mostrando un débil crecimiento de la economía.

Otros como las importaciones se mantienen estables, mientras que el flujo de remesas es de los pocos indicadores positivos.

El panorama se dificulta aún más cuando se le suman factores externos como la caída del precio del petróleo y el de muchas materias primas en toda América Latina, así como la previsión de que en el futuro aumentarán las tasas de interés, lo que podría afectar al país a través de la deuda que tiene a nivel internacional.

Todo esto podría derivar en un crecimiento económico más bajo del que el Gobierno ha proyectado.

Las autoridades esperan que en 2014 la economía crezca en 2.3% del Producto Interno Bruto, pero para el director del departamento de estudios económicos de Fusades, Álvaro Trigueros, la cifra podría ser menor por muchos factores.

El índice de ventas de la encuesta Dinámica empresarial que hace Fusades fue negativo por tercer trimestre consecutivo, promediando un -3.3%.

Además, el índice de Volumen de la Actividad Económica (IVAE) que se aproxima al crecimiento del PIB se desaceleró a 0.1% en agosto de este año.

En cuanto al empleo, el número de cotizantes del Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS) se redujo en 5,354 entre diciembre de 2013 y agosto de 2014.

Esto significa que más de 5,000 personas se quedaron sin un empleo formal en esa fecha.

Por otra parte, la percepción del clima de inversión sigue siendo negativa, con un porcentaje del 32.9 %.

Las importaciones de bienes de capital cayeron 3.1 % y el flujo de inversión extranjera directa cayó a 66.7 % a junio de este año.

Las exportaciones, que dan ingresos de divisas al país, cayeron un 4.6 % e incluso, las importaciones, que siempre crecen, han caído este año 2.9 %, lo que indica un estancamiento económico.

Luz de esperanza

Sin embargo, Fusades ve una luz de esperanza para mejorar estos indicadores. En los últimos meses ha reconocido el acercamiento entre el Gobierno y la empresa privada para limar asperezas y buscar soluciones comunes a los problemas económicos del país.

“A la sociedad salvadoreña se le están presentado oportunidades de diálogo económico, a pesar de que el país enfrenta desafíos de bajo crecimiento, desempleo, emigración y creciente endeudamiento público, hay oportunidades que se cristalizan”, dijo el director del departamento de Estudios Económicos de la institución, Álvaro Trigueros.

“Es oportuno tener esta apertura porque la economía sigue con un desempeño débil e igualmente las finanzas públicas se siguen deteriorando y en un entorno global bastante complicado”, agregó.

La firma de concreción de un segundo Fomilenio para el país, así como la más reciente reunión de los presidentes del Triángulo Norte de Centroamérica (Guatemala, El Salvador y Honduras) con el vicepresidente de EE. UU., Joe Biden, en Washington, son, para Trigueros, muestra de que se está tratando de lograr un acuerdo de nación, que saque al país de un periodo de 15 años de desaceleración económica. “Ojalá que las aprovechemos”, apuntó.

A nivel internacional hay muchos peligros que podrían derivar en una desaceleración económica. El Fondo Monetario Internacional ya redujo la expectativa de crecimiento económico global, el precio del petróleo está cayendo, al igual que otras materias primas producidas en América Latina. También hay más volatilidad en los mercados financieros y además se espera que haya un aumento futuro en las tasas de interés internacionales, lo que podría elevar el costo de la deuda pública.

“Las dificultades económicas nacionales y el entorno internacional nos hace pensar que si para el próximo año queremos ver una mejoría en las condiciones de empleo en el país, entonces tenemos que cambiar la forma en la que hemos estado haciendo las cosas, y lo positivo es que vemos señales de cambio. Se están buscando mayores entendimientos, entre los sectores públicos y privados, se han abierto espacios de diálogo”, señaló Trigueros.

De acuerdo con un documento del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), presentado a los tres presidentes del Triángulo Norte en el marco de la Alianza para la Prosperidad, se advierte que la inseguridad y las difíciles condiciones económicas y de desarrollo humano son los principales motivos que están obligando a los ciudadanos emigrar a EE. UU.

Trigueros reconoció que esta vez, los presidentes han reconocido los problemas y que es una ventaja que se trate de buscar soluciones. Empero, pidió que el diálogo pueda dar frutos concretos, porque es necesario tener respuestas si se quiere evitar un impacto económico mayor.