Horizonte económico sombrío para el país

Jefe regional del FMI sugiere apostar a mecanismos para revertir deuda

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Mario de la Garza, representante del FMI para la región, analizó la economía. foto edh / césar avilés.

Por Pedro Carlos Mancía negocios@eldiariodehoy.com

2014-10-28 8:00:00

El Salvador, al igual que los demás países de la región centroamericana, encaran un panorama económico sombrío. De acuerdo con Roberto Rivera Campos, analista económico, dos puntos en los que el país ha experimentado mayor impacto son: crecimiento económico y las finanzas públicas.

En el caso del crecimiento explica que el país ha tenido la tendencia a la baja durante el último trimestre del año. El economista detalla que se ha mantenido un crecimiento del 2 % y desde la crisis financiera no ha logrado mejorarse.

Hace hincapié en la caída de la inversión privada. Actualmente se invierte, ligeramente, arriba del 2 % en relación al PIB, pero esto sigue siendo bajo para ser un dinamizador de la economía.

Al analizar el rubro inversión, se puede ver que no hay variación durante el año, con excepción de los últimos dos trimestres del año pasado, pero continuó siendo bajo. Cepal solo reportó $25 millones de IED entre enero y junio de 2014.

El clima de inversión, por otra parte, ha tenido un nivel “bastante negativo”, posicionándose por abajo del 40 % y no ha tenido mayor cambio en trimestres recientes.

Pero un grave problema que afecta al país es la baja eficacia de la inversión pública. Rivera Campos postula que se ha reducido la capacidad para la eficiencia de esta inversión y ejemplifica con trabajos de infraestructura, en donde la “eficiencia no ha demostrado ser lo que uno quisiera que fuera, como un motor de crecimiento”, léase Puerto La Unión, El Chaparral, Sitramss y el bulevar Diego de Holguín.

A esto se le agrega que el gasto e ingreso público ha ido creciendo, aumentando con ello la deuda del país.

Los ingresos públicos han llegado a establecerse entre el 16 % y 19 % del PIB, mientras que el gasto público está entre el 19 % a más del 23 % del PIB.

Lo agravante ha sido el comportamiento del endeudamiento del Gobierno a través de las Letras del Tesoro (Letes). Según explica, la tendencia de los Letes ha sido “llegar al tope para después bajar y luego volver a subir”. El problema con esto, es que el país mantiene un endeudamiento constante.

El promedio de tiempo en que un dólar de Letes se convierte en deuda solía ser de tres años pero, recientemente, debido a la constante emisión, el tiempo de conversión a deuda es de 11 meses. Esto representa mayor debilidad para la estabilidad económica del país.

La deuda, hasta la fecha representa el 60 % del PIB (+$15,000 Mills.), y advierte que si no se logran los ajustes fiscales apropiados, para el 2020 se espera que la deuda abarque hasta el 74.2 % del PIB.

En gran parte, la principal medida para bajar la deuda es controlar el gasto público, es decir, que el Estado gaste menos. Pero presenta dos perspectivas especulativas en donde se proyecta la representación de la deuda en correlación al PIB, si se buscan otras medidas ajenas a esta.

Si se logra un crecimiento del 3 % la deuda estaría en 69.1 % del PIB para el 2020. Otro escenario sería incrementar los ingresos tributarios, lo que llevaría a la deuda a situarse en 66.2 % del PIB.

Pero la deuda no desaparecería, solo bajaría su impacto. En otro escenario, para que la deuda dejara de crecer, el país tendría que experimentar un crecimiento del 5.4%.

Pero esto se ve como una tarea imposible, tomando en consideración que proyecta un crecimiento del 2 % para este año, de acuerdo con Mario Garza, representante regional para Centroamérica, Panamá y República Dominicana del Fondo Monetario Internacional (FMI).

Aunque este crecimiento proyecta llegar al 2.2 en el 2015, será el más bajo de la región: Guatemala proyecta 3.7 y Honduras un 3.1.

Garza recomienda que el país debe buscar mecanismos que reviertan la deuda y que se desarrolle un sistema financiero para experimentar un mejor crecimiento.