Problemas de competitividad en El Salvador alejan inversión

Cae de 106 a 109 en ranking de facilidad para hacer negocios del Banco Mundial

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Según analistas, el país no ha tomado en cuenta propuestas de otros sectores para mejorar el clima de negocios. Maseca anunció el lunes el cierre de su planta en el país. Foto EDH / archivo.

Por Patricia García Rodolfo Ortiz negocios@eldiariodehoy.com

2014-10-29 8:00:00

El anuncio de cierre de la multinacional Maseca en El Salvador, aunque no genera un impacto económico cuantioso, manda una mala señal sobre el clima de negocios que se vive en el país, de acuerdo con la economista agrícola de la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (Fusades), Amy Ángel.

El anuncio de retirada de empresas como Maseca en El Salvador, según lo plantea la analista de Fusades, coincide justo con la caída en los indicadores de competitividad para Hacer Negocios (“Doing Business”) elaborado por el Grupo Banco Mundial.

El más reciente informe demuestra que El Salvador ha desmejorado su ranking desde el puesto 106 en 2014 pasando al puesto 109 para 2015 entre 189 países, y está en penúltimo lugar en Centroamérica y 20 entre los 32 de América Latina; estos indicadores de acuerdo con la investigadora, reflejan que el clima de negocios es relativamente menos favorable para el país.

En el caso del cierre de Maseca, aunque el impacto económico directo es reducido, tal como lo apunta Ángel, es necesario examinar algunas razones por las que la empresa decidió abandonar el país.

“He tenido la oportunidad de conocer la planta, y es bastante automatizada; la planta emplea 105 personas. El impacto en el sector productivo también sería mínimo; en 2013, Maseca compró el 0.2 % de la producción nacional de maíz blanco. Las fábricas de harina compran producción nacional, pero tienen cierta preferencia por maíz blanco importado por la consistencia en su calidad, la confiabilidad en su suministro, y la facilidad y menor costo de hacer una transacción grande en lugar de múltiples transacciones con vendedores pequeños”, explica la analista en su blog.

Por otro lado, Ángel señala que la planta está operando a solo 35 % de capacidad, y Maseca también posee plantas en los países vecinos, “lo cual indica que quizás sobreestimaron la demanda nacional y regional hace 20 años cuando realizaron la inversión. Entonces, una consolidación regional es lógica. Pero al escoger un país vecino en lugar de El Salvador para continuar sus operaciones de procesamiento, indica que el país todavía posee problemas importantes de competitividad”, advirtió.

La empresa todavía analiza en qué país concentrará su producción regional, evalúan cuál sería el mercado con las mejores oportunidades y alternativas, según el gerente de país Axel Villanueva.

Para el director ejecutivo de la Cámara de Comercio e Industria de El Salvador (CCIES), Federico Hernández, la retirada del país de esa empresa puede generar una percepción de desconfianza, y tanto el Gobierno como el sector privado deben trabajar en evitar que esto continúe sucediendo.

“Toda reducción en la inversión independientemente de su tamaño, termina siendo una mala noticia para la economía nacional. Es evidente que hay un aspecto de mejora del clima de negocios que el actual gobierno debe entender; el clima de negocios se ha deteriorado muchísimo en los últimos años y esta tendencia no parece volverse positiva”, advirtió Hernández.

El director de Asuntos Económicos y Sociales de la Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP), Waldo Jiménez, señaló que el Gobierno no está modificando su política para atraer la inversión extranjera, ni tampoco tomando en cuenta los aportes que ha hecho la empresa privada.

“Cuando hay empresas que se retiran del mercado local esto significa un golpe al empleo. Según la información que tenemos de Maseca es que ellos han visto que hay otros países donde se pueden desarrollar negocios, y eso demuestra que Maseca, al igual que cientos de empresas, han sido afectadas por el deterioro de la economía en los últimos años”, indicó Jiménez.

Así, aunque el ranking del Banco Mundial incluye solo 10 categorías de indicadores relacionados con la facilidad de hacer negocios, la analista de Fusades indicó que también se deben tomar en cuenta los costos de operación, logística y seguridad.

En este tema coincide el ejecutivo de la ANEP, quien asegura que los costos de energía se han incrementado en el país y que existen otras condiciones en los demás países que pueden atraer a los inversionistas y que no se tienen aquí en El Salvador.

Altos costos para adquirir energía y la frágil protección a inversionistas minoritarios, son de los indicadores en los que el país sale con baja calificación en el Doing Business.