Funde: subsidios desequilibran el presupuesto

Según el análisis de la Fundación, el Gobierno continúa proyectando gastos menores a los que ejecuta para cubrir sus ayudas estatales, lo que le obliga a financiarlos con más deuda

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El ministro de Hacienda, Carlos Cáceres, presentó el proyecto de presupuesto a la Asamblea Legislativa. Foto EDH / ARCHIVO

Por Karen Molina negocios@eldiariodehoy.com

2014-10-09 8:00:00

Los subestimados cálculos en el gasto de los subsidios al gas propano, la energía eléctrica, el transporte público y las devoluciones del IVA y la renta son uno de los agujeros fiscales más grandes que presenta el proyecto de presupuesto del próximo año, de acuerdo con un análisis hecho por la Fundación Nacional para el Desarrollo (Funde).

A pesar de que los datos de cuatro años atrás muestran que estos rubros no están calculados con datos realistas y presentan significativas diferencias entre lo presupuestado y lo gastado, el Gobierno los sigue manteniendo en el proyecto de gastos de 2015 que ya está en manos de la Asamblea Legislativa.

Con base en los datos oficiales, Funde mostró que el presupuesto 2015 solo ha estimado un gasto de $9.3 millones para la devolución del IVA y la renta que se hace a los exportadores y al resto de comercios a quienes se les retiene el pago a cuenta.

Sin embargo, las cifras de los últimos cuatro años señalan que el Gobierno ha utilizado un promedio de $200 millones en dicho rubro.

Este año el Gobierno proyectó un gasto de $14.4 millones para esas devoluciones, pero se estima que en realidad el gasto será de $210.7 millones, lo que representa una diferencia muy significativa de $196.3 millones.

Los mismo ha pasado con los subsidios.

Para este año, Hacienda presupuestó $89.9 millones para el pago del gas propano que se entrega a las familias, pero se estima que al final del año, su gasto será de $122.9 millones, lo que significa un gasto extra de $33.1 millones que no estaban presupuestados.

Para 2015, el dato proyectado es aún menor. Según el presupuesto del Ministerio de Economía, ese monto será de $78.6 millones, una cifra que estará en juego el próximo año, sobre todo después de que el Minec intentara esta semana racionalizar ese beneficio y la Presidencia lo frenó.

En el mensaje de presupuesto, esa cifra se eleva a $95.2 millones, pero siempre es más baja que el promedio de gasto anual que el Gobierno ha tenido en los últimos cinco años.

El otro subsidio en juego es el del transporte público. De acuerdo con el analista económico de Funde, Rommel Rodríguez, el Gobierno ha tratado de ser más realista con este número, pero aún así, continúa presupuestando menos de lo que gasta.

Para el presupuesto en ejecución (2014) el Gobierno planeó un gasto de $35.8 millones y se estima que al cierre del año llegará a un gasto total de $39 millones.

Para 2015 el presupuesto del Ministerio de Obras Públicas, Transporte y Vivienda estima un gasto de $38.8 millones para modernizar el transporte público de pasajeros y compensar las tarifas del servicio público.

En cuanto al subsidio de la energía eléctrica, el Gobierno estimó para 2014 un gasto de $105.2 millones, pero en realidad gastará $173.7 millones, es decir, $68.5 millones más que lo proyectado.

Para 2015 la cifra que ha presupuestado es incluso mucho menor que en otros años. De acuerdo con el presupuesto de la Comisión Ejecutiva Hidroeléctrica del Río Lempa (CEL) solo se destinarán $53.2 millones, es decir, la mitad de lo que el Gobierno presupuestó para 2014.

Más deuda

De acuerdo con Funde, el hecho de no presupuestar estos gastos de forma realista, ha obligado al Gobierno a contratar más deuda para cubrir el gasto excedente. “Todos estos gastos no cubiertos se traducen en un mayor endeudamiento”, dijo Rodríguez.

Los reintegros de IVA y la devolución de renta son, en su mayoría, financiados con notas de crédito que se entregan a los proveedores como una promesa de pago posterior.

No obstante el analista económico, Jaime López, explicó que las notas de crédito que emite el Gobierno para “respirar” de sus gastos, se convierten después en Letras del Tesoro o deuda de corto plazo, que luego de acumularse por un tiempo, se absorben con otros préstamos de largo plazo, que eleva la deuda nacional.

Esto es solo en cuanto a los tres subsidios antes mencionados, pero Rommel explicó que de acuerdo con los estudios al presupuesto que siguen haciendo, tampoco se ha encontrado un financiamiento realista de otros programas sociales como la entrega de uniformes, zapatos y computadoras que el Gobierno ha prometido entregar.

Bajo crecimiento y menos ingresos

La base de todo el desbalance económico que ha proyectado el Gobierno en este nuevo presupuesto es el crecimiento económico, en el que también sustenta sus ingresos tributarios.

Para Funde, el fisco siempre proyecta un crecimiento mayor todos los años, cuando la realidad siempre le ha jugado al revés.

En 2012, por ejemplo, Hacienda basó su plan de gastos en un crecimiento del 2.5 % del Producto Interno Bruto, pero el crecimiento real fue de 1.9 %.

Eso hizo que sus proyecciones de ingresos se redujeran en $82.8 millones de acuerdo con lo proyectado.

Yendo más cerca en los datos, para este año el Gobierno estimó sus ingresos tributarios con base en un crecimiento del 2.6 %, pero según el Banco Central de Reserva, el país podría crecer solo un 2.2 %. Eso sin contar que el dato podría reducirse por las pérdidas en el sector agrícola ocasionadas por la sequía.

Eso mismo ha hecho que los ingresos tributarios de este año tengan un déficit de $217.5 millones respecto a lo que Hacienda esperaba.

Para 2015 el Gobierno ha creado un presupuesto esperando que la economía crezca a un 2.6 %, basado en las inversiones de Fomilenio II y otras ayudas económicas.

Empero, Rodríguez afirma que los problemas estructurales de desfinanciamiento que han tenido otros presupuestos anteriores siguen latentes en el de 2015, y que solo podrían revertirse con acciones combinadas de más crecimiento económico y una mayor responsabilidad del uso de los fondos públicos.

Al respecto, la Asamblea Legislativa aún estudia una Ley de Responsabilidad Fiscal que a juicio de Rodríguez es muy difícil de seguir sobre todo cuando el país ya entró en un proceso electoral.