Prosperar es el nuevo programa de desarrollo sostenible de Industrias La Constancia (ILC), a través del cual quiere ser parte de la solución de problemas sociales como pobreza, escasez de agua, cambio climático, seguridad alimentaria y el daño relacionado con el consumo abusivo de alcohol.
Para ILC estos problemas impactan a todos y requieren atención urgente para garantizar un futuro próspero, y el sector privado tiene un importante rol que jugar. “Pero ese rol no puede jugarse si las empresas trabajamos cada una por nuestro lado haciendo lo que creemos es lo mejor para las comunidades o para el país. Se necesita una visión compartida del futuro que queremos”, afirmó Rafael Alvarez, presidente de Industrias La Constancia.
La propuesta empresarial es retomada del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) que promueve una mayor participación en el desarrollo humano de los sectores gubernamentales, gremiales, organismos no gubernamentales, grandes, medianas y pequeñas empresas.
Álvarez destacó que en un contexto en el que se están discutiendo a nivel global los nuevos objetivos de desarrollo post- 2015, SABMiller ha dado pasos para que los programas de sostenibilidad tengan un mayor impacto.
El programa Prosperar, según explicó, comprende cinco áreas de acción denominadas “imperativos compartidos”, porque no son acciones optativas, sino mandatos (más información en recuadro).
Prosperar es la última evolución del enfoque de ILC en desarrollo sostenible. Su fundamento es apoyar el papel que desempeña la microempresa en todo el mundo en la generación de crecimiento económico y en reducción de la pobreza.
A nivel mundial, SABMIller impulsa el crecimiento incluyente a través de las cadenas de suministro, el uso sostenible de los recursos y la responsabilidad en el consumo del alcohol.
Álvarez afirmó que ILC es una de la empresas pioneras en impulsar el desarrollo sostenible en El Salvador. El camino inició en 2009, cuando lanzó su plataforma de desarrollo sostenible bajo un programa con 10 prioridades.
Más tarde presentó un modelo de negocio con crecimiento inclusivo, que significa construir cadenas de valor que generen crecimiento económico, estimulen el desarrollo social de las comunidades y a la vez el uso eficiente de los recursos naturales.
Para el PNUD, el sector privado tiene un rol clave en el desarrollo humano, ya que contribuye a la expansión de las capacidades de las personas y a la ampliación de sus oportunidades.
“Las sinergias del sector con el Gobierno, organismos internacionales y representantes de la sociedad civil impulsan, además, la construcción de condiciones que potencian el bienestar y la calidad de vida de la población, que es un compromiso de todas y todos”, destacó Roberto Valent, representante residente del PNUD en El Salvador.