Europa, a la sombra de una recesión

El Fondo Monetario Internacional (FMI) considera que la debilidad de Europa es un asunto de máxima preocupación.

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Nuevas muestras de debilidad en la economía de la zona euro, incluyendo a la poderosa Alemania, han afectado a los mercados financieros.

Por REUTERS

2014-10-10 10:00:00

WASHINGTON. Alarmados por el vacilante crecimiento de la zona euro, las más altas autoridades de las finanzas del mundo podrían presionar el viernes a sus pares europeos para que actúen y espanten el fantasma de la recesión y la deflación.

El Fondo Monetario Internacional, que recortó a principios de esta semana su proyección de crecimiento mundial por tercera vez este año, dijo que la debilidad de Europa es un asunto de la máxima preocupación.

“Creo que habrá mucha presión sobre Europa en las reuniones aquí en Washington. La gente está preocupada por la baja inflación y crecimiento no solo en Europa, sino también en otras partes del mundo”, afirmó Jyrki Katainen, vicepresidente entrante de la Comisión Europea, a Reuters.

Junto al foro anual del FMI y el Banco Mundial, el Grupo de los 20, que reúne a grandes potencias industriales y emergentes y representa el 85 por ciento de la producción económica mundial, sostendrá también el viernes un encuentro, semanas después de una reunión celebrada en Australia.

En ese encuentro de Australia se acordó un plan para apuntalar el crecimiento mundial en los próximos años, especialmente a través de la inversión pública en infraestructura. Pero desde entonces, nuevas muestras de debilidad en la economía de la zona euro, incluyendo a la poderosa Alemania, han afectado a los mercados financieros, aumentando la sensación de urgencia.

“Los europeos están un poco sorprendidos de lo rápido que volvieron a estar bajo presión y en el centro de atención tras la crisis de deuda soberana”, reconoció un funcionario europeo.

Las exportaciones, la producción y los pedidos industriales de Alemania sufrieron sus mayores caídas desde el peor momento de la crisis global financiera, según mostraron datos a principios de esta semana, despertando el fantasma de que la mayor economía de Europa entre en recesión.

Y los nubarrones que oscurecen el panorama mundial está afectando a los inversores.

Las acciones globales llegaban a su punto más bajo en seis meses el viernes y los precios del petróleo cayeron a su mínimo desde el 2010. Tras una larga racha de avances, el dólar se preparaba para su primer descenso semanal en tres meses, con los operadores subiendo sus apuestas a que la Reserva Federal tendrá que aplazar el endurecimiento de su política monetaria.

“Esto está en modalidad de pánico. Pánico y capitulación”, afirmó Carsten Fritsch, analista de materias primas en el Commerzbank.

PENDIENTES DE ALEMANIA

Aunque otros gobiernos de la zona euro están complicados por la excesiva deuda y los déficits fiscales, el FMI, Estados Unidos y otros miembros del G-20 han pedido en reiteradas ocasiones a Alemania que haga uso de su margen de maniobra para subir el gasto y poner fin al frágil crecimiento.

Los principales institutos económicos del país se unieron esta semana al coro, instando al Gobierno alemán a bajar los impuestos a las empresas, gastar más en infraestructura y educación, y dar pasos para animar la inversión privada.

Berlín, no obstante, ha rechazado estos llamamientos una y otra vez y ha mantenido su compromiso con el objetivo de equilibrar su presupuesto federal el año próximo.

El ministro de Finanzas, Wolfgang Schaeuble, repitió en Washington su mantra de que Europa necesita reformas económicas, no “firmar cheques”. No obstante, las señales de una mayor debilidad y la amenaza de recesión podrían torcer aún la mano de Berlín, dijeron altos funcionarios a Reuters a principios de esta semana.

El presidente del Bundesbank, Jens Weidmann, miembro del Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo, también entró en el debate, diciendo a los periodistas que Alemania seguirá advirtiendo a sus socios de los riesgos del estímulo fiscal a corto plazo.

Katainen, que será responsable de crecimiento, empleo, inversión y competitividad en la Comisión Europea, dijo a Reuters el jueves que muchos países han recortado demasiado sus inversiones y deberían estar gastando más, no solo como un estímulo a corto plazo, sino también para asegurar el crecimiento a largo plazo.

En su opinión, además de Alemania, Francia e Italia deberían aumentar también sus inversiones. No obstante, a diferencia de los germanos, otros países no pueden pedir simplemente prestado más dinero, sino que deben reestructurar sus gastos e ingresos dentro de los límites de sus presupuestos, añadió.Nuevas muestras de debilidad en la economía de la zona euro, incluyendo a la poderosa Alemania, han afectado a los mercados financieros.