Procedimiento confuso para retener impuestos

Tantas exenciones crean más dificultades para cobrar. Se corre el riesgo de errores

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Las transacciones financieras se están complicando más con la vigencia de la nueva ley tributaria que aprobó la Asamblea en julio pasado. Foto EDH/ Archivo

Por Karen Molina negocios@eldiariodehoy.com

2014-09-10 1:00:00

La Ley de impuestos a las operaciones financieras, así como su Normativa y una posterior Guía de orientación que publicó el Ministerio de Hacienda la semana pasada están complicando aún más la retención de los nuevos impuestos a las operaciones financieras.

Las numerosas exenciones de la ley así como los diversos procedimientos y requisitos que Hacienda está solicitando a la banca harán más complicadas las transacciones para los que utilizan los bancos.

En muchos casos se puede correr el riesgo de que se cometan errores, según dijeron a este medio importantes representantes bancarios.

Algunos bancos todavía están comprendiendo los cuerpos legales que les mandatan la retención del impuesto y otros, están corriendo para ajustar sus sistemas informáticos y capacitar a su personal.

Tanto la ley como la normativa y la guía fueron publicadas a escasos días de que entrara en vigencia -el 1 de septiembre- el cobro del 0.25 % por cada $1,000, lo que le ha significado a la banca implementarla en tiempo récord.

A pesar de que los documentos han pretendido aclarar la aplicación, no es fácil para los bancos. “Operativizar la ley es complejo con la cantidad de exenciones que tiene. Esa dificultad nace desde la ley misma”, aseguró Marcela de Jiménez, directora ejecutiva de la Asociación Bancaria Salvadoreña (Abansa).

“La norma y la guía sí ayudan, pero la complejidad viene desde las exenciones”, indicó.

La ley dice, por ejemplo, que se exime a una persona de pagar el impuesto si ésta hace una transferencia de una cuenta a otra de su mismo nombre.

Sin embargo, el sistema de compensación entre bancos no le permite a un cajero saber el nombre del titular de la cuenta a la que se le hará el depósito. Solo aparece el número de la cuenta y el depósito que se hará, con lo cual, a pesar de que la ley dice que no hay impuesto, en la práctica sí se cobrará.

Además, si los depósitos son en cheques, la guía dice que el cliente tendrá que escribir en el reverso de éste una leyenda que exprese que goza de la exención.

En otro caso, la ley estipula que está exenta del impuesto el pago de un préstamo cuando el emisor del cheque es siempre el sistema bancario. Sin embargo, los bancos no tienen la manera de saber si el cheque que se está emitiendo va para otra entidad financiera o si se utilizará para otro fin, por lo que este punto tampoco es claro.

“Por eso la necesidad de tener más tiempo para hacer los cambios en el sistema informático”, señaló Jiménez.

Otra de las transacciones que preocupa mucho al sistema financiero es el impuesto al control de la liquidez (0.25 % por cada $5 mil de transacciones en efectivo acumulados en el mes).

Según un alto ejecutivo de banco, este trámite tendrá que hacerse al final de mes, justo cuando se acumulan las transacciones por días de pago en muchas empresas.

Pero como ahora se trabaja en muchos bancos de forma semimanual, muchas de esas transacciones podrían tener algunos errores que podrían afectar a los clientes.

Otro de los puntos complicados es el uso de las tarjetas de crédito y débito.

De acuerdo con la ley, estas transacciones están exentas del impuesto “para los usuarios de la tarjetas”, pero no así para los bancos emisores, cuando éstos tengan que hacer el desembolso a los comercios afiliados.

En un inicio, Hacienda les explicó que el pagador del impuesto sería el adquirente, pero luego, en la guía se estableció que sería el banco emisor, por lo que los bancos tuvieron que modificar su sistema para poder hacer el cobro de una forma más sistemática y menos complicada.

Y al aplicarse como un costo adicional para el banco, estos podrían considerar un alza en las tasas de interés.

Los pagos con cheques también provocan otro dolor de cabeza, pues para aceptarlos necesitan calcular el impuesto a pagar, más el total depositado. Por ejemplo, si reciben un cheque de $10 mil, tienen que calcularle el 0.25 % más en su cuenta para aceptarlo. Si no hay fondos en la cuenta, pueden sobregirarla o rechazarla.

De acuerdo con las fuentes, por ahora muchos bancos están rechazando los cheques antes que complicarse con el cobro.

Por su parte, el Ministerio de Hacienda comunicó el lunes en un periódico que ya realizó al menos 20 reuniones en las que ha divulgado la implementación del impuesto.

De acuerdo con la institución a esas reuniones han asistido 2 mil 500 personas de diferentes sectores y de varios departamentos del país. Entre los asistentes están gremiales, instituciones públicas, universidades, empresa privada y hoteles.

Cuentas especiales

La otra gran tarea es la creación de miles de cuentas especiales y declaraciones juradas que tendrán que abrir o habilitar los usuarios para gozar de las exenciones que tiene la ley.

Estas cuentas son específicamente para acreditar que las transacciones que se harán están libres de impuestos.

Aunque la Asociación Bancaria Salvadoreña (Abansa) emitió varios comunicados a través de los periódicos nacionales llamando a la población para que se aboquen a las sucursales y solventen este tema, la cantidad de solicitantes ha sido mínima hasta la fecha, por lo que se teme que haya una saturación de clientes al final de mes o se les cobre el impuesto aunque sus operaciones estén exentas.

“La gente no ha comprendido todavía todo esto y se va a sentir sorprendida cuando el otro mes vea sus estados de cuenta y sepa que se le ha descontado dinero. Ahí van a culpar a los bancos”, indicó este representante.

Los directores de bancos se sienten presionados por el Ministerio de Hacienda, que podría multarlos si no retienen correctamente los impuestos; y por sus clientes, de quienes podrían perder la confianza y lealtad si comienzan a darse errores derivados de la confusión por la retención de los impuestos.

Y esa misma desconfianza hará que muchas personas que antes realizaban trámites con el sistema bancario se alejen de él para no verse sorprendidos por los cobros.

De hecho, las estadísticas de la Superintendencia del Sistema Financiero (SSF) indican que los depósitos han caído un punto porcentual de agosto 2013 a agosto 2014.

Representantes de la pequeña empresa, así como economistas, ya advirtieron que esta ley afectará, sobre todo a pequeñas y medianas empresas que hacen operaciones de más de $1,000.

En Colombia, una ley similar se ha modificado al menos 12 veces en la Asamblea Legislativa. Comenzó como un impuesto transitorio en el que los bancos retenían 2 pesos colombianos por cada $1,000 (2×1000), pero luego se quedó permanente y ahora, por cada 1,000 pesos colombianos que se retiran del cajero o de un banco, el usuario tiene que pagar 4 pesos.

En el país las únicas opciones que hay son una prórroga o una aplicación escalonada de la ley o una derogación total de la ley.

En este último caso la Corte Suprema de Justicia ya tiene en sus manos varias solicitudes interpuestas por asociaciones y particulares para que se declare inconstitucional el procedimiento de aprobación de la ley como el contenido de la ley.

Entre los argumentos está que violenta la equidad tributaria y la libertad económica en el país.