Ana Botín, hija del recién fallecido líder bancario español, Emilio Botín, participó en su primera junta de accionistas con el rol de presidenta del Banco Santander. Perfiló un compromiso por mantener el liderazgo del grupo en un ambiente competitivo y continuar la estrategia de internacionalización que inició su padre.
“Continuar la trayectoria de éxito de las últimas décadas no será fácil. El nuevo entorno competitivo y el entorno regulatorio son cada vez más exigentes”, dijo la nueva presidenta en su discurso a los accionistas, que representaban el 52.2 % del capital de Banco Santander.
En cuanto a la internacionalización, el Grupo Santander ya realizó los primeros pasos bajo la dirección de Ana Botín. Por cerca de $270.9 millones adquirió una de las principales empresas financieras de automóviles en Canadá, llamada Carfinco.
Santander pagará en efectivo 11.25 dólares canadienses por acción (US$10.24).
Ayer aprobó una ampliación de capital para adquirir cerca del 25 % de acciones de su filial brasileña, para consolidar el atractivo de su banco en ese país para los accionistas.
Linaje bancario
Ana Botín es la cuarta generación de su familia ligada a la presidencia del mayor banco de la Eurozona.
Esta semana había sido incluída en la lista de los 50 banqueros más influyentes del mundo, que publica Bloomberg markets.
Pero su gran influencia en el mundo de los negocios ya había sido reconocida antes como una personalidad influyente. Sin ir más lejos, sus funciones al frente de la filial británica de la entidad la convirtieron, según una encuesta de la BBC, en la tercera mujer más influyente de Reino Unido, tan solo por detrás de Isabel II y la ministra del Interior británica, Theresa May.
Al dirigir Banesto en 2002, se convirtió en una de las primeras mujeres del mundo en liderar una entidad financiera. Ahora se convierte en la mujer más poderosa del sector bancario internacional.
El primer miembro de dicha familia, que ostentó el cargo de presidente, fue Emilio Botín López, en 1904. Sin embargo, el padre de este, Emilio Botín Aguirre, fue director regente con anterioridad.
Emilio Botín Sanz, recién fallecido, ocupó la presidencia del banco durante casi tres décadas. En ese periodo destacó por su habilidad para identificar los destinos de las nuevas inversiones y aumentar la rentabilidad, a la vez que evadió (o se retiró) de aquellos rubros que posteriormente generaron menores ganancias en el mercado español.
Algunos hermanos de Emilio Botín trabajan en empresas ligadas al sistema financiero. De momento, los hijos de Ana Botín no están relacionados al trabajo del Grupo.
El Banco de Santander cuenta con alrededor de 200 mil empleados y 3.3 millones de accionistas.
Continuidad estratégica
Las acciones de los Botín suman casi el 2 %, mientras que el capital internacional alcanza el 57 %. Aún así, la trayectoria de la familia Botín aún da un peso familiar a la dirección del banco más importante de España.
De acuerdo a publicaciones del periódico El País, directivos del banco consideran que la nueva presidenta apostará por dar prioridad a una internacionalización de la entidad. Grupo Santander posee filiales en más de 40 países del mundo, entre ellos, 11 en América.
Se espera que con la pronta publicación de exámenes de solvencia del Banco Central Europeo, Botín evaluaría posibilidades de comprar nuevas entidades bancarias.
La estrategia la inició el padre, Emilio Botín, quien diversificó los rubros y países para las inversiones del Banco Santander. Muchos ejecutivos reconocen, en visión, un pilar que ayudó al grupo a sobrevivir tras la crisis financiera de 2008, la cual inició en el financiamiento de construcción.