Incae promueve los asocios público-privados

La institución reconoce que debe haber colaboración entre sectores, dice Alejandro Poma

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Incae promueve los asocios público-privados

Por Por Omar Cabrera Fotografía Cortesía de Alejandro Poma

2014-09-24 2:30:00

Alejandro Poma preside el Comité Nacional de Incae en El Salvador desde hace cuatro años. El empresario asumió esa posición tres décadas después de que lo hiciera su abuelo, Luis Poma.

Alejandro, quien también funge como vicepresidente del Grupo Poma, sostiene que la escuela de negocios forma líderes que buscan generar un impacto no solo en las empresas en las que trabajan, sino también en las comunidades y en la sociedad.

Poma destaca que Incae ve los asocios público-privados como una herramienta de desarrollo. Y para que estos funcionen, se requiere diálogo entre el sector gubernamental y el empresarial. Pero el diálogo debe ir acompañado de hechos concretos.

¿Cómo resume usted los principales aportes que ha hecho Incae al desarrollo de Centroamérica en estos 50 años?

Dos cosas: una es que Incae ha creado una masa crítica de líderes del sector privado y del sector público, de gerentes, de emprendedores y de agentes de cambio que han fortalecido el tejido empresarial, el tejido productivo y el tejido social de la región. Creo que eso, en resumidas cuentas es el principal aporte del Incae a Centroamérica.

Hay otra cosa que también me gustaría destacar, y es que el liderazgo del Incae como escuela de negocios, como centro de pensamiento, como un foro que ha convocado a liderazgos empresariales, políticos y de otros sectores, y que es reconocido globalmente como una institución líder y ejemplar, nos demuestra que en Centroamérica somos capaces de crear, de emprender proyectos de clase mundial. Y eso nos sirve de ejemplo, y también nos debe estimular, nos debe llenar de optimismo de que tenemos esa capacidad en la región de poder hacer grandes cosas.

Un artículo del diario La Nación de Costa Rica señalaba, además de los grandes logros de Incae -como su buena ubicación en rankings internacionales- también algunas críticas, entre ellas que a la institución le falta sensibilidad social. ¿Qué opina usted al respecto?

No creo que eso refleje lo que está sucediendo en el Incae. De hecho, mucho del contenido académico que se está enseñando en la institución tiene aspectos sociales, que llevan a los estudiantes a ver temas que van más allá de los negocios, a ver temas que tienen que ver con la comunidad, con la sostenibilidad del medio ambiente, con hacer trabajos entre sectores para poder aliviar problemas que van más allá de un problema netamente empresarial o de una compañía, sino que está creando liderazgos que van a ser liderazgos que provienen principalmente del sector empresarial, pero que van a ser actores en una sociedad más amplia.

Esa sensibilidad y los conocimientos que también se están trasladando sobre casos de éxito de cómo hacer eso es algo que Incae está haciendo y que lo ha hecho por muchos años.

Hay personas que están estudiando una maestría en Administración de Empresas que están recibiendo cursos sobre programas de superación de pobreza, sobre el rol de la empresa en esos programas, sobre cómo un líder empresarial puede ir más allá de la empresa para tener un impacto en la comunidad a través de estos programas.

Para los estándares de la región, Incae es académicamente de élite, pero también sus precios son bastante altos. ¿Puede alguien de clase media o clase media baja estudiar en Incae si tiene la suficiente capacidad intelectual para hacerlo pero no tiene los recursos económicos?

Definitivamente. Incae está abierto para todo perfil de postulante siempre y cuando primero demuestre la capacidad académica y la capacidad de poder entrar y pasar por el filtro de admisión. El tema financiero se evalúa después de pasar ese filtro.

En Incae hay programas de beca y de asistencia financiera para una muy amplia gama de estudiantes. Postulantes que tienen un perfil socioeconómico de menores ingresos y que aspiran ir a estudiar al Incae, pues definitivamente lo pueden hacer siempre y cuando cumplan con los requisitos de admisión y lógicamente también sean evaluados con el filtro que se hace para ver si pueden acceder a una beca. Pero, beca y mecanismos de financiamiento los hay y los ha habido desde que yo recuerdo.

Incae está realizando una campaña para recolectar 50 millones de dólares. ¿Cómo va esta iniciativa?

En 2012 lanzamos públicamente la primera campaña estructurada de recolección de fondos llamada Iluminar. Esta campaña ha recaudado alrededor de 15 millones de dólares destinados para becas, investigaciones y mejoramiento de la infraestructura de los dos campos en Nicaragua y Costa Rica.

Incae promueve los asocios público-privados como un instrumento de desarrollo. ¿Puede explicar por qué?

Incae reconoce que tiene que haber una colaboración multisectorial, una colaboración entre el sector público y el sector privado para lograr diferentes cosas. Hay que saber cómo manejar ese tipo de relación, hay que entender que esas relaciones también conllevan aspectos técnicos que quizás salen un poco de la norma de lo que uno viera únicamente en el sector privado, y hay que prepararse de una forma estructurada para poder trabajar en asocios público-privados.

El Fomilenio II ha hecho mucho énfasis aquí en El Salvador sobre la necesidad de tener este tipo de relaciones intersectoriales entre sector privado y sector público para poder hacer diferente tipo de proyectos.

Entonces, el Incae ha reconocido que esta es una tendencia que es importante poder estudiarla, poder formar y preparar a los liderazgos, a los empresarios, a los gerentes de la región, para poder ejecutar este tipo de asocios de una manera eficaz y eficiente.

Ya que hablamos de la necesaria colaboración entre sector público y privado, ¿cómo evalúa el diálogo entre los empresarios y el gobierno en El Salvador?

Dialogar siempre es positivo, y es algo que nunca se debería dejar de hacer, pero yo diría que nos urge ver también acciones concretas que demuestren que lo dialogado y lo acordado se está materializando.

Todos conocemos esta frase que dice que “Del dicho al hecho hay un gran trecho”. Yo diría que urge acortar el trecho que hay del dicho al hecho.

Es importante que se hagan cosas evidentes y tangibles, concretas, que demuestran que eso que se habló se está traduciendo en una acción real sobre lo consensuado, y que el diálogo no sea simplemente un concepto que se usa para generar una opinión pública favorable hacia el gobierno.

La forma en que se hacen las cosas también es muy importante. Por ejemplo, se habló mucho del diálogo, pero luego se hizo un madrugón cuando se había dicho que el tema de los madrugones y hacer política de esa forma es contraproducente.

Hay quienes sostienen que en El Salvador ha habido una reforma tributaria y no fiscal porque para ser fiscal debería incluir el componente del gasto y el uso eficiente y transparente de los recursos…

Exactamente. Ahí hay toda una serie de componentes que no se han tomado en cuenta.

Es importantísimo ponerle atención al gasto público.