Gabriela Frías, co-presentadora del programa CNN Dinero, se ha destacado por su amplio conocimiento del mundo de los negocios. Como periodista de ese ramo ha presentado noticias financieras internacionales y de Latinoamérica, convirtiéndola en un ejemplo a seguir para muchos comunicadores de economía en la región.
La periodista expuso su opinión sobre la situación económica de El Salvador y el resto de la región latinoamericana, hablando sobre los problemas que han afectado el crecimiento y desarrollo de los países, como las reformas fiscales.
En el caso del país, Frías cuestiona si la reforma fiscal realmente podría ser llamada una reforma, mencionando que “son misceláneas fiscales o son reformas”. En ese sentido, aclaró que cuando un Gobierno emprende reformas constantemente no pueden ser llamadas reformas.
Para la comunicadora, cuando se hacen ajustes a las leyes tributarias con el fin de pedir más impuestos pero no se transparentan los gastos corrientes, no son reformas. Es necesario que para implementar este tipo de cambios, el Estado dé a conocer a la población la situación en la que se encuentra, de otra forma lo único que se generará es molestia de la gente, rechazo de los empresarios y no se podrá reactivar la confianza con el sector productivo.
Por otra parte, estas acciones crean incertidumbre entre la población e incitan a que la ciudadanía cuestione los gastos del Estado. “Yo creo que en muchos de nuestros países, los gobernantes pecan de llamarle reforma a un ejercicio de mayor recaudación, pero no de mayor transparencia o eficiencia del gasto”, agregó la comunicadora.
Comparó la situación con la de México, mencionando que las medidas implementadas en ese país latinoamericano sólo empeoraron la situación de la clase media.
El problema es que al ejecutar medidas que van a detener el crecimiento económico, en momentos en que no se ha reactivado la confianza para atraer inversiones, sólo va a generar un “golpe fuerte” para la población.
Para que dichas medidas funcionen, dijo, deben tener ciertas características, fundamentalmente es importante que se implementen leyes que no castiguen o desincentiven las inversiones; que sean capaces de atraer a los sectores informales para ir formalizando la economía. Y aún más importante deben promover el crecimiento económico.
En cuanto a la economía salvadoreña, considera que es “una economía que ha perdido esa potencialidad”. Profundiza mencionando que es una país que ha dejado de crecer por décadas a su potencial, y esa situación hace reflexionar sobre todos los recursos que se han desaprovechado.
Siendo el país que percibirá el menor crecimiento en Centroamérica, sobre El Salvador ha nacido la duda de conocer “en dónde coinciden las visiones de crecimiento y desarrollo de los gobiernos, empresarios y el resto de integrantes de la sociedad”.
Frías expone que existe un “tema serio de falta de confianza”, por lo que la tarea en los próximos meses debería estar enfocada en esto.
La confianza es un factor trascendental para toda economía, esta logra adquirir inversiones, las cuales logran crecimiento y desarrollo para la nación.
A su vez, también es necesario tomar en cuenta modelos económicos que puedan ser replicados y que puedan funcionar en el país.
“Hay ciertas cosas en ciertos modelos económicos que se pueden replicar en países como El Salvador, sin que haya tanta ideología pero sí más pragmatismo”, reiteró la periodista de negocios y finanzas.
Con esto se refiere a que debe haber claridad en las cosas que el Estado hace pues tiene que trabajar en mejorar los obstáculos que impiden el crecimiento.
Para lograr dichas metas, mencionó, es fundamental trabajar en la educación, detener la corrupción y establecer transparencia en las cuentas públicas, entre otras.