MÉXICO. El presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, promulgó ayer las leyes reglamentarias de una histórica reforma del sector energético y anunció un decálogo de acciones para acelerar su puesta en marcha y dar los resultados prometidos a la población.
“Hoy culmina la fase legislativa del ciclo reformador que iniciamos el 2 de diciembre de 2012”, dijo al promulgar las leyes que reglamentan la más ambiciosa de sus reformas, la energética, que abre el sector al capital privado tras casi ocho décadas de monopolio estatal.
Ese día fue firmado el Pacto por México, que permitió al Gobierno del Partido Revolucionario Institucional (PRI) impulsar un conjunto de reformas estructurales en varios campos, como el tributario y de las telecomunicaciones.
El paquete energético, que expide nueve leyes nuevas y modifica 12 existentes, fue aprobado la semana pasada tras un debate de casi 170 horas en el pleno de ambas cámaras que contó con 1,350 intervenciones de legisladores de todas las fuerzas políticas.
“Las leyes secundarias (reglamentarias) han sido de las más analizadas y debatidas en la vida parlamentaria” del país, señaló Peña Nieto al responder a las críticas lanzadas por las fuerzas políticas de izquierda en el Congreso. Desde que el Gobierno presentó en agosto de 2013 su propuesta de reforma, la izquierda ha expresado su rotundo rechazo al considerar que entregará los recursos energéticos de los mexicanos a empresas extranjeras y ha señalado, además, que no ha sido suficientemente debatida.
Los partidos de izquierda quieren someter la reforma a una consulta popular en 2015, una idea que es respaldada por la mayoría de los mexicanos, según sondeos recientes.
En una ceremonia en Palacio Nacional, sede del Ejecutivo, Peña Nieto reiteró hoy que la reforma “preserva y asegura la propiedad de la nación sobre Petróleos Mexicanos (Pemex), la Comisión Federal de Electricidad (CFE), los hidrocarburos en el subsuelo y la renta petrolera”. El PAN, un aliado clave para sacar adelante la reforma, pidió a través de su presidente, Gustavo Madero, un amplio esfuerzo de comunicación en torno al nuevo marco jurídico y sus efectos para combatir “temores infundados” y la desconfianza que prevalece en la población.
—EFE