Economía va al estancamiento y el país pierde 5,700 empleos

Fusades presentó el segundo informe de Coyuntura Económica 2014, que corresponde al segundo trimestre de este año

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El Gobierno tuvo $186 millones menos de los ingresos tributarios esperados, indicó Fusades, que no descarta que las recién aprobadas reformas tributarias deriven en aún menos ingresos, lo que afecta directamente a la economía. Foto EDH / Archivo

Por Evelyn Machuca negocios@eldiariodehoy.com

2014-08-19 10:00:00

El segundo informe de la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (Fusades) sobre Coyuntura Económica, que corresponde al segundo trimestre de 2014, advierte que sus diversos indicadores muestran que al país le urge un cambio de rumbo, pues de lo contrario nos dirigimos a un estancamiento económico y fiscal.

“La economía va directo al estancamiento y continúa el deterioro en las finanzas públicas”, indicó el director del Departamento de Estudios Económicos (DEC) del referido tanque de pensamiento, Álvaro Trigueros.

Una de las principales variables observadas por Fusades es la disminución en el número de cotizantes del Instituto Salvadoreño de Seguro Social (ISSS), que da cuenta de los empleos formales.

Las estadísticas del ISSS reportan 5 mil 719 cotizantes menos, entre diciembre del año anterior y junio recién pasado.

La mayoría de los indicadores que la Fundación ha estado monitoreando están dejando de mostrar que la economía del país se está desacelerando, como lo reflejó su primer informe de Coyuntura Económica correspondiente al primer trimestre del año, y han comenzado a mostrar que está tendiendo a estancarse, expresó Pedro Argumedo, coordinador del DEC.

“Hemos hecho un análisis en donde primero observamos una serie de indicadores que nos dan un panorama global de cómo está la economía, a través de diferentes fuentes de información, tanto oficiales como a partir de nuestras propias encuestas, y luego hacemos un análisis de los componentes del crecimiento”, explicó Argumedo.

Fusades ha estado estudiando cómo ha sido el desempeño del consumo del país, cómo ha sido el desempeño de las exportaciones y cómo se ha ido comportando la inversión.

Y a través de esos tres componentes observó que los indicadores globales siempre tienen la misma tendencia : el indicador de ventas demostró que los micro, pequeños y grandes empresarios reportaron ventas negativas durante los dos primeros trimestres del año; el consumo de energía mostró una desaceleración hasta llegar en mayo al 1.3 %, mientras que a mayo del año pasado alcanzó el 3 %.

Los reportes del Banco Central de Reserva (BCR) indican que el Índice de Volumen de la Actividad Económica (IVAE) registró una tasa de crecimiento de apenas el 1.4 %, cuando en enero y en febrero fue de entre 2.2 % y 2.5 %, mientras que en los vecinos países del Istmo (Guatemala, Honduras, Nicaragua y Costa Rica) se está creciendo arriba del 4 %.

“Entonces, cada vez El Salvador se aleja más del desarrollo de la región y se está yendo más al piso del desempeño de Centroamérica”, manifestó Argumedo.

Otra variable importante a tomar en cuenta es que, a pesar de que el desempeño de las remesas ha sido favorable y ha contribuido, por ende, a un mayor consumo, ese desempeño favorable se ha visto opacado por la inflación y por los pagos atrasados por parte del Gobierno a sus proveedores.

La remesas acumuladas a julio crecieron en el 8 %, es decir, que la variable creció bastante bien y está asociada a la reducción del desempleo hispano en Estados Unidos; ese porcentaje equivale a $180 millones más de los que recibió el país en 2013.

La economía, sin embargo, no avanza porque, pese a ese ingreso adicional, a las diversas variables antes mencionadas se suma otro indicador importante: la contracción de compras por parte del Gobierno, no de capital, sino en gasto corriente. Son $190 millones menos los que el Estado ha comprado hasta junio.

“Si tenemos $180 millones adicionales, que ingresaron de las remesas, esa menor compra del Estado anuló el efecto favorable que tenía ese aumento de las remesas. Entonces, eso se neutraliza y nos deja la economía a cero”, explicó Argumedo.

En ese mismo sentido, Trigueros anotó que “lo que hemos ganado con incremento en remesas familiares lo hemos perdido con la caída en exportaciones y la caída en pago de gasto público, por eso la economía se ha ido estancando”.

La inflación aumentó en términos generales en un 1.8 %, a julio, pero en el rubro de alimentos aumentó en un 4.3 % y eso afecta la variable de consumo, porque cuando los precios suben lo que provocan es precisamente una pérdida del poder de compra de los hogares.

Argumedo se valió del alza en el precio de los frijoles para ejemplificar la inflación: “El año pasado podíamos comprar con un dólar más frijoles, pero en el presente año compramos menos frijoles con ese dólar”, anotó.

En cuanto a las cifras de exportaciones totales acumuladas hasta junio, los indicadores de Fusades dan cuenta de una reducción de 5.5 %. Las de café cayeron en un 50.3 % y las de maquila en un 8.6 %.

Finanzas públicas

Para Álvaro Trigueros, la situación de la coyuntura económica se agrava cuando se trae a cuenta el tema de las finanzas públicas.

A su juicio, ha quedado demostrado que el presupuesto aprobado el año pasado para 2014 estaba incompleto, y prueba de ello son los más de $1,156 millones que tuvo que aprobar la Asamblea Legislativa para emitir deuda, una deuda pública que alcanzó, según aseguró, los $14,391 millones en junio.

“El presupuesto de 2014 no tenía todos los ingresos ni todos los gastos ni todas las necesidades de financiamiento (…) hubo una sobreestimación de los ingresos, es decir, hicieron las cuentas alegres”, apuntó. Trigueros explicó que el Gobierno dejó de percibir $186 millones en ingresos tributarios , lo que obligó a los diputados a aprobar otros $800 millones de deuda para pagar Letes, y aunque fueron abonados $400 millones, luego volvió a subir de nuevo a más de $838 millones, “mostrando que subestimaron los gastos”.

“Vemos que el país se ha ido haciendo cada vez más dependiente del endeudamiento y, como señalamos el año pasado, la aprobación del presupuesto 2014, que era incompleto y desfinanciado, ha creado más problemas a las finanzas públicas. O sea que tenemos un país altamente endeudado”, reiteró.

Debido a esa falta de previsión, los depósitos del Gobierno en el BCR están bajos y la liquidez del Gobierno no abunda, lo que ha desembocado en que hayan $193 millones en pagos atrasados, dijo.

No descartó que, sumado a lo anterior, el recién aprobado paquete de reformas tributarias generará aún menos recursos, porque “el tema fiscal no se puede abordar solo con impuestos. Esa es una medida muy parcial. Se tiene que tomar en cuenta la ley de Responsabilidad fiscal”, concluyó.