Distribuidores de frijol denuncian acoso de Defensoría

Los comerciantes señalan recibir visitas constantes por parte de la institución en busca de supuestos acaparadores. La entidad aún no presenta pruebas de hallazgos

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La escasez del grano rojo ha hecho que la empresa Dilosa incluso paralice su producción. Foto EDH / Lissette Monterrosa

Por Magdalena Reyes nacional@eldiariodehoy.com

2014-08-15 9:00:00

Distribuidores de frijol denunciaron que se sienten “acosados” por la Defensoría del Consumidor, que se ha dado a la tarea de auditar, realizar visitas sorpresa e investigarlos insistentemente.

Apenas ayer presentó “pruebas” de acaparamiento y de lo que consideró casos de obstaculización de acceso a información por parte de algunos negocios.

Entre las empresas señaladas se encuentra Distribuidora Lourdes S.A. de C.V. (Dilosa), a la que anunció que denunciará ante los tribunales por “obstaculizar las funciones de información, vigilancia e inspección de la Defensoría del Consumidor, o negarse a suministrar datos e información requerida en cumplimiento de tales funciones”.

Pero ante los señalamientos de la Defensoría, Carlos Armando Alas, representante legal de Dilosa, se defiende explicando que recibieron tres visitas en mayo, junio y julio.

En la primera ocasión les solicitaron documentos e información como fechas de compras del grano, comprobantes de factura, factura de últimas compras tanto en el país como en el extranjero, además detalles de venta.

Después de cada una de las visitas, la Defensoría elaboró un acta con los resultados de la inspección, misma de la que poseen copia y en la que se detalla que compartieron la información requerida.

La empresa señaló que hicieron llegar toda la información dentro de los límites de fecha de entrega y que tienen documentos sellados de la recepción de la misma. Por esa razón les llama la atención que la Defensoría hable de denunciarlos por obstaculizar la información.

Dilosa recuerda que en la primera ocasión únicamente llegaron los inspectores de la Defensoría, en la segunda ocasión los acompañó personal del Ministerio de Hacienda y, en la tercera visita, incluso había elementos de la Policía Nacional Civil (PNC).

Nunca se les notificó que las visitas fueran porque se hubiera encontrado alguna anomalía, simplemente llegaban y ellos accedían a dar la información que les requerían, señala Alas.

Más quejas

En la calle Gerardo Barrios, también es constante el “acoso” por parte de la entidad. René Linares, de Comercial Los Almendros, indicó que personal de la Defensoría se presenta cada semana en la 11a. Avenida Norte para indagar si existe acaparamiento.

Por su parte, el encargado de Comercial Cruz, quien no quiso revelar su nombre por seguridad, comentó que ante tal persecución algunos comerciantes pequeños ha optado por no llegar a vender los granos a la zona.

El comerciante destacó además que la Defensoría llega incluso con efectivos de la PNC, a inspeccionar las bodegas. “Acaparamiento es tener almacenados unos 10 mil quintales y acá en la Barrios no existen bodegas con esa capacidad”, dijo.

Agregó que ante tal persecución se sienten presionados tanto por el alto precio del frijol, como por las constantes visitas de la Defensoría.

Las causas de la escasez

El representante legal de Dilosa señala que la raíz del problema está en que en Nicaragua y Honduras hubo demasiada lluvia cuando estaba por salir la cosecha de frijol (y se pudrió), que es la que ingresa al país a finales de marzo, y que sirve para palear la necesidad del grano rojo en El Salvador y otros países de la región.

“A eso se debe la escasez del frijol a nivel de Centroamérica, el problema es que el Gobierno no quiere aceptar, cuando dice que la cosecha fue récord de 2.6 millones de quintales, no es cierto”, comenta el representante de Distribuidora Lourdes.

Agregó que si la cosecha hubiera sido como el Gobierno menciona debería quedar un superávit de 250 mil quintales y no sería necesario importar frijol de Etiopía. Dicha crisis se esta dando en El Salvador, Honduras y Nicaragua, y no es posible que en los tres países se esté dando acaparamiento, afirmó.

El 90 % del frijol que se vende en el país viene de Nicaragua, de donde se importan entre 1 y 1.5 millones de quintales para suplir el mercado salvadoreño. Este año en los primeros seis meses no han ingresado ni 100 mil quintales, aseguró Alas.

Dilosa apuntó que tiene como principales clientes a dos cadenas de supermercados y empresas extranjeras, por lo que difícilmente puede especularse con los precios, concluyó.