La Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés) dio a conocer ayer los objetivos de la que ha denominado Iniciativa Regional de Energía Limpia, que tiene como propósito contribuir a mejorar el clima de inversión en Centroamérica.
El proyecto nació de la Estrategia de Cambio Climático y Crecimiento Económico de dicho organismo, con la que busca apoyar la generación de energías limpias renovables y fomentar la eficiencia energética para el impulsar el desarrollo del Mercado Eléctrico Regional (MER).
La iniciativa, que tiene una inversión de aproximadamente 10 millones de dólares, brindará asistencia técnica a los socios estratégicos regionales y nacionales, y está “dirigida a lograr la armonización del marco regulatorio y la política comercial”, según los representantes de la Agencia.
Esperan también lograr el fortalecimiento institucional, la diversificación de la matriz energética, la promoción del uso eficiente de los recursos energéticos y la identificación de fuentes de financiamiento para la implementación de proyectos a nivel nacional y regional.
El gerente de Proyectos Energía Limpia de USAID, Manuel Cerrato, destacó que El Salvador posee los recursos naturales para poder explotar el uso de energía limpia en el país como la energía solar y geotérmica, así como también de biomasa.
El director de la Oficina de Crecimiento Económico de USAID, Greg Howell, expresó que este tipo de iniciativas no sólo disminuiría los efectos del cambio climático, sino también reduciría los costos de energía en la región.
Postula que, tanto en El Salvador como en los demás países de Centroamérica, los precios de la energía son altos y hacen uso de tecnología ya obsoleta, por lo que es necesario implementar mejores formas de energía.
La implementación de energía limpia traería beneficios a empresas y gobiernos, debido a que reduciría los costos de producción, generaría más empleos y atraería mayor inversión energética al país.
De igual forma, disminuiría la contaminación por emisiones de CO2 y, por consecuencia, el impacto al cambio climático.
Los representantes de la Agencia esperan obtener un equilibrio entre medio ambiente y sociedad, “favoreciendo el desarrollo integral y mejor calidad de vida de los habitantes del istmo”.