Gabriela Frías conduce junto a Xavier Serbia CNN Dinero, todas las noches, excepto la de este martes. Ella se encuentra en El Salvador. ¿Y Xavier? El autor de “La riqueza en cuatro pisos” se quedó en Atlanta para los preparativos del programa “Fuerza en Movimiento” que se grabará en Argentina. Eso fue lo que dijeron los organizadores, pero probablemente esté escribiendo otro libro, o los esbozos de alguno en alguna servilleta o en el “S Memo” de su “smartphone”. Expansión trató de entrevistarlo, pero no fue posible “por motivos de fuerza mayor”.
Su amigo David lo buscó un día para pedirle ayuda. Estaba a punto de ser aplastado por una hipoteca y por no poder cambiar lujosos hábitos de vida que estaban por llevarlo a la bancarrota.
David compró en 2004 una casa de medio millón de dólares, bajo la modalidad “Option ARM”, un programa diseñado para hacer pagos mínimos iniciales de la hipoteca y de sus mensualidades, “ventaja” que en el menor tiempo posible incrementa la deuda.
En 2008, el banco comenzó a exigir la cláusula que eleva el pago de la mensualidad y el aumento de los intereses, a causa de la crisis financiera.
“Cuando se comienza a pagar la casa con la tarjeta de crédito o con los ahorros, es tiempo de pensar en cambiar los hábitos de vida y tomar medidas radicales”, pensaba Xavier mientras escuchaba la historia de su viejo amigo.
David hizo una pausa y fue por otro capuchino. En su muñeca, un Rolex; en el parqueo del local, un Mercedes Benz del año; en su atuendo, una chaqueta Ralph Laurent y accesorios que bien se valoraban en unos 3,000 dólares.
Xavier comenzó a dibujar en una servilleta un edificio de cuatro pisos y cuando David regresó a la mesa le espetó: “En el mundo económico actual, todos vivimos en un edificio gigantesco que tiene cuatro pisos. Todos queremos llegar al penthouse. Para llegar ahí, tenemos que pasar antes por tres pisos (…) Tú quisiste brincar al último sin tener asegurados los primeros (…) El objetivo no es llegar primero al penthouse, sino llegar con solidez financiera que haga más difícil que te caigas”.
Con esta plática en Starbucks había nacido “La riqueza en cuatro pisos”.