Mantega: Brasil no está en recesión

La economía brasileña cayó en recesión en el primer semestre, lo que representa un duro golpe para las ya mermadas esperanzas de reelección de la presidenta Dilma Rousseff en los comicios de octubre.

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La economía de Brasil se vio afectada en la primera mitad del año por un crecimiento económico más débil en el exterior y un menor número de días laborales, pero se recuperará en el tercer trimestre, dijo el viernes el ministro de Hacienda, Guido Mantega.

Por REUTERS

2014-08-29 11:00:00

RÍO DE JANEIRO. El ministro brasileño de Hacienda, Guido Mantega, aseveró hoy que la economía de Brasil no está en recesión aunque se haya contraído en el segundo trimestre y auguró que el resultado del tercer trimestre será positivo, al igual que el del año 2014 en su conjunto.

El ministro concedió una rueda de prensa luego de que el Gobierno anunciara que la economía se contrajo un 0,6 % en el segundo trimestre de este año en comparación con el primero y que acumuló dos trimestres consecutivos de crecimiento negativo, lo que, para los economistas, configura una “recesión técnica”.

“Recesión es cuando el desempleo aumenta y la renta cae. Aquí ocurre lo contrario. En mi opinión no estamos en recesión sino en una parada prolongada, como en los países europeos, que quedan varios trimestres consecutivos con la economía parada”, afirmó Mantega al ser interrogado sobre el resultado trimestral del Producto Interior Bruto (PIB).

Según el ministro, a partir de estadísticas no se puede decir que el país está en recesión, debido a que las proyecciones indican que, pese a una fuerte desaceleración, Brasil terminará este año con un crecimiento económico positivo.

El ministro admitió que, con un resultado trimestral peor al esperado, será necesario revisar hacia abajo la proyección de crecimiento del 1,8 % que el Gobierno calculaba para este año.

Los economistas del mercado financiero vienen reduciendo su proyección para el crecimiento de Brasil este año desde hace trece semanas y la ubican ahora en el 0,70 %.

Mantega atribuyó la contracción trimestral al elevado número de días festivos que fueron concedidos en junio debido al Mundial de fútbol y que paralizaron las fábricas.

En su opinión, los festivos tuvieron un impacto negativo de 0.2 a 0.3 puntos porcentuales en el resultado del PIB en el segundo trimestre.

Mantega también atribuyó el mal resultado a la crisis internacional, que, dijo, continúa reduciendo la demanda de productos brasileños en el exterior, y a problemas específicos como la prolongada sequía que afecta a la producción agropecuaria y de energía hidroeléctrica.

El ministro se mostró optimista sobre la situación económica en lo que resta del año y proyectó un “tercer trimestre positivo”, ya que el país tendrá un aumento del 10 % en el número de días útiles (no festivos) en comparación con el segundo trimestre.

Para el funcionario, la recuperación de la economía de Estados Unidos y el aumento del consumo interno en Brasil con el crecimiento del crédito y de los días útiles permiten prever una mejora en el tercer trimestre.

“Sabemos que en el tercer trimestre tendremos un crecimiento positivo y en el año tendremos una expansión económica moderada”, afirmó.

Agregó que la inflación regresó a un nivel “razonable” tras haber subido en los primeros meses y que el crédito también está creciendo y puede expandirse más con las medidas adoptadas en las últimas semanas por el Gobierno para facilitar los préstamos.

“Los salarios siguen subiendo, lo que significa que tenemos un mercado consumidor con potencial de crecimiento. La tasa de impago también está en un nivel razonable y todo eso genera un clima para una mejoría gradual del consumo. Por eso podemos decir que el segundo semestre será mejor que el primero”, afirmó