Fitch mantiene baja calificación por alta deuda y desconfianza

Pese a que hay un nuevo diálogo entre Gobierno y empresa privada, la agencia dice que aún hay una desconfianza mutua entre las partes

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La agencia estadounidense analiza al país y lo califica de acuerdo con su capacidad de pago. Foto EDH / archivo

Por Karen Molina nacional@eldiariodehoy.com

2014-07-11 8:00:00

El bajo crecimiento económico, la elevada deuda pública y la desconfianza mutua, que aún no se disipa entre el Gobierno y la empresa privada, son solo algunos de los argumentos que la calificadora de riesgo estadounidense Fitch Ratings usó para mantener la calificación soberana de El Salvador, con una nota “BB” con perspectiva negativa, que le otorgó el año pasado.

De acuerdo con un comunicado oficial de la agencia publicado ayer, el crecimiento económico, que en 2013 fue de 1.7 %, sigue siendo bajo en comparación con el grupo de países que tienen una calificación crediticia “BB”.

Además, según la agencia, persisten en el país debilidades estructurales claves como la baja competitividad, altos costos de la energía eléctrica, un bajo coeficiente de inversión, capital humano débil y un alto índice de criminalidad.

Todos estos factores hacen prever a la calificadora que el crecimiento económico para 2014 rondará el 1.6 % del PIB, un dato menor al del año pasado.

En cuanto al diálogo entre los sectores, Fitch mencionó que si bien hay un diálogo entre el nuevo gobierno del FMLN y organizaciones del sector privado, “es demasiado pronto para predecir que este diálogo resulte en una mejor inversión y una mayor perspectiva de crecimiento”.

Fitch asegura que el riesgo de que este diálogo se rompa sigue latente debido al alto nivel de desconfianza mutua que existe entre las partes y los puntos de vista alternativos que hay en temas fundamentales como, por ejemplo, la participación del sector público en la economía y las finanzas públicas.

Otro de los puntos significativos por los que Fitch no mejoró este año la calificación crediticia del país es el alto endeudamiento que El Salvador mantiene y que, de hecho, tiende a subir. “La carga de la deuda pública sigue aumentando y podría superar el 62 % del PIB en 2014 “, mencionó en su informe. Este nivel de deuda está muy por encima del promedio de 35 % que tienen otros países con calificación BB.

De hecho, Fitch prevé que debido a la ausencia de un crecimiento económico sustancial y una estrategia de consolidación fiscal, la deuda pueda llegar al 65 % del PIB en 2016.

Y si bien es cierto que el Gobierno ha presentado un marco de responsabilidad fiscal ante la Asamblea Legislativa, la calificadora menciona que la mayor parte del ajuste fiscal se concentraría después de 2017.

Achaca, además, que a pesar de que la carga tributaria creció a 15.4 % del PIB en 2013, producto de varias reformas fiscales y mejoras en la recaudación, el déficit del Sector Público No Financiero (SPNF) alcanzó el 4.1 %.

Aún así, el Gobierno está impulsando una nueva reforma fiscal que propone un impuesto a las transacciones financieras así como impuestos a periódicos y propiedades de lujo. El déficit de la cuenta corriente también sigue aumentando. “En 2013 fue equivalente al 6.5 % del PIB, más del doble de la media observada en países calificados como “BB”.

“Aunque El Salvador ha mostrado históricamente un déficit de cuenta corriente moderado, el deterioro observado en los últimos años ha coexistido con una reducción de la inversión extranjera directa neta, especialmente en 2013. Dado su régimen de tipo de cambio y la ausencia de ahorros fiscales, la capacidad del país para adaptarse a los shocks externos es limitado”, sostiene el documento.

Mejorar calificación

En su análisis la agencia expone que entre los factores que podrían mejorar la calificación crediticia del país están un entorno político más propicio para abordar los retos fiscales y económicos que puedan resultar en una mejor inversión y perspectivas de crecimiento. Además se deben dar signos de estabilización en la carga de la deuda pública en el mediano plazo para lograr una mejora en la calificación de riesgo. La calificación de esta agencia, así como de otras firmas, es utilizada como referencia por inversionistas y organismos internacionales para saber si el país es confiable para invertir y pagar su deuda internacional.