Si hay desabastecimiento de frijol en el mercado nacional no es por un supuesto acaparamiento del grano, sino porque los productores no tuvieron incentivos para sembrar y, por lo tanto, no existe la afamada “cosecha récord” de la que tanto habla el Ministerio de Agricultura y Ganadería.
Así lo explicó ayer el secretario general de la Unión Comunal Salvadoreña (UCS), Ramón Arístides Mendoza, en el que están aglutinados más de 30 mil agricultores a nivel nacional.
De acuerdo con el representante de la UCS, el Gobierno ha hecho creer que se logró una cosecha récord de 2.8 millones de quintales que no existe porque muchos productores no quisieron sembrar debido a los altos costos y a otros, porque se les perdió su siembra por las lluvias de septiembre del año pasado.
“Ha habido una fiscalización y persecución contra los productores, los camioneros y los mayoristas para que no se le suba el precio al frijol, pero la verdad es que no se puede dar a un precio barato con los costos que tiene el agricultor”, detalló.
Como ejemplo, expuso que a un agricultor le cuesta entre $71 y $73 sembrar un quintal de frijol, por lo que cada libra tiene un costo bruto de $0.71, sin aplicarle las ganancias. “¡Y quieren que en el mercado lo vendan a $0.50! Eso es una pérdida!”, dijo Mendoza.
De acuerdo con el agricultor, la fiscalización para no subir el precio ha sido tanta que “los productores están aterrorizados” y solo trataron de sacar el consumo familiar.
Y escuchar que el Ministerio de Economía y la Defensoría del Consumidor anunciaron que buscarán controlar el precio, solo desincentivará más la siembra del grano.
Hermógenes Borjas, uno de los agricultores del cantón El Sacramento en San Francisco Menéndez (Ahuachapán) asegura, además, que muchos agricultores perdieron sus siembras con las lluvias de septiembre, por lo que está casi seguro que no se logró sacar la cantidad de quintales que se esperaban a nivel nacional.
Y los paquetes agrícolas del MAG no ayudaron en mucho. “Antes yo recibía una arroba de semilla (25 libras) y ahora solo me dan 12 libras”, dijo el productor agricultor.
Además está la intervención de Alba Alimentos, quien de acuerdo con la asociación, ha venido a “botar” aún más los precios para abaratar el producto al consumidor, a costa de las dificultades de los productores de frijol.
Y en cuanto a la versión de que hay un acaparamiento del grano, Mendoza asegura que esto es hablar con desconocimiento de lo que se está tratando. “La gente busca siempre el frijol nuevo porque no necesita mucha cocción, así que a medida que pasan los meses, si ese frijol no se vende, se va poniendo duro y pierde su valor así que no creo que alguien quiera tener por tanto tiempo ese frijol si sabe que luego no lo va a vender”, explicó. “Están haciendo alarde de cosas que no son ciertas”, reiteró.
No hay apoyo
El otro tema fundamental es la ayuda gubernamental. A pesar de que en el quinquenio pasado se creó un Programa de Agricultura Familiar que garantizaría mejores condiciones para los productores, nada de eso se palpa en las zonas de siembra.
“¿Cuál es la prioridad en este país?, se preguntó Mendoza. Aquí debemos dejar de perseguir y ver mejor cómo se siembra más”, agregó.
Sostuvo que lo que se necesita es que se aumente la cantidad de semilla y fertilizantes que se dan en los paquetes agrícolas y que se incluyan a más agricultores.
De hecho, ahora mismo el MAG debería estar entregando semilla de frijol para una nueva siembra. “Si no se hace a más tardar en agosto, no tendremos qué comer después”.
Entre sus propuestas también está la creación de un fondo de emergencia con el que se pudiera financiar a los productores nacionales.
Investigar a Alba Alimentos es otra de sus peticiones, pues sospechan que está exportando el frijol a Nicaragua y Venezuela.