MÉXICO D.F. América Móvil anunció ayer que venderá parte de sus activos para reducir su cuota en el mercado de telecomunicaciones en México, y dejar de ser declarado jugador preponderante, en busca de superar las restricciones que le impiden ofrecer nuevos servicios.
La operación supone “una colosal retirada” por un monto que podría superar los 15,000 millones de dólares, sostuvo la edición digital del diario El País, de España, sin citar fuentes.
La empresa planea vender esos activos para reducir su participación a menos del 50 por ciento del sector, bajo la condición de que sus unidades locales de telefonía fija e Internet Telmex, y de celulares Telcel, dejen de ser consideradas preponderantes en el mercado. “América Móvil ha decidido la desincorporación y venta de ciertos activos en favor de algún nuevo operador independiente de América Móvil, fuerte, con experiencia en el sector de las telecomunicaciones”, dijo la empresa en un comunicado.
La joya de la corona del imperio de negocios del magnate Carlos Slim, no precisó qué activos está considerando vender ni quién podría ser el eventual comprador, pero aclaró que esa operación se haría a precios de mercado.
América Móvil controla alrededor del 70 por ciento de la telefonía móvil y del 80 por ciento de los teléfonos fijos de México. Por eso, el regulador la declaró en marzo actor preponderante en el sector de las telecomunicaciones local, limitando sus tarifas y los servicios que puede ofrecer.
El consejo de administración de la empresa aprobó el plan, presentado por un comité de estrategia de reciente creación. Las acciones de América Móvil, las líderes del mercado bursátil mexicano, cerraron el martes con una baja de 0.22 por ciento, a un precio de 13.47 pesos.
Aprueban la reforma
La Cámara de Diputados de México aprobó ayer una controvertida reforma al sector de telecomunicaciones, que busca elevar la competencia en un sector dominado por las empresas del magnate Carlos Slim y por la cadena Televisa. Los diputados dieron su aval con 340 votos a favor y 129 en contra, a las llamadas leyes secundarias de la reforma constitucional, que ya habían sido aprobadas durante el fin de semana en el Senado. El proyecto se enviará, después, al presidente Enrique Peña, para su promulgación en el Diario Oficial. —Reuters/El País