LONDRES, PARÍS, VARSOVIA. Más de 50 científicos de 15 países han apelado esta semana a la Organización Mundial de la Salud (OMS) para que reconsidere su intención de clasificar los cigarrillos electrónicos igual que los cigarrillos regulares, con la advertencia que se corre el riesgo de perder una oportunidad de reducir drásticamente el tabaquismo y la enfermedad y muerte asociadas al mismo.
Antes de la reunión del Convenio Marco para el Control del Tabaco (CMCT) patrocinada por la OMS a realizarse en Moscú en octubre próximo, los científicos han estado reaccionando a un documento filtrado de una reunión preparatoria del CMCT, e indican que la OMS considera que los cigarrillos electrónicos son una “amenaza” para la salud pública y que tiene la intención de marginalizar su uso como alternativa accesible a los cigarrillos regulares. “Si la OMS logra su objetivo y extingue los cigarrillos electrónicos, no solo habrá dejado pasar lo que claramente es una de las mayores innovaciones de salud pública de las últimas tres décadas que podría salvar millones de vidas, sino que también habrá abrogado su propia responsabilidad establecida en sus propios estatutos de empoderar a los consumidores para tomar el control de su propia salud”, dijo Gerry Stimson, profesor emérito de Imperial College of London, quien es uno de los firmantes de la carta y organizador del próximo Foro Mundial sobre Nicotina. “Los cigarrillos electrónicos son parte de la solución, no del problema”, indicó.
A nivel mundial, 1,300 millones de personas son fumadoras y la OMS estima que hasta mil millones de muertes prematuras relacionadas con el tabaco son posibles en el siglo XXI–todas las cuales son totalmente evitables. Dicha cifra de muerte, enfermedad y miseria exigen que seamos implacables en nuestra búsqueda de todas las formas posibles, prácticas y éticas para reducir esta carga. “Que la OMS sugiriera que los cigarrillos electrónicos son tan riesgosos como otros productos del tabaco enviaría un mensaje erróneo y sombrío a los millones de actuales usuarios de cigarrillos electrónicos quienes los han utilizado para dejar de fumar”, dijo Robert West, profesor de Psicología de la Salud y director de Estudios del Tabaco en University College en Londres.