Hambre amenaza a Dominicana

República Dominicana perdió 965 millones de calorías en ventas al detalle, según la FAO

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Dominicana al igual que otros países de la región de Latinoamérica tienen problemas derivados de la hambruna.

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2014-07-16 8:00:00

SANTO DOMINGO. En República Dominicana se pierden 965 millones de calorías en la venta al detalle, lo que bastaría para satisfacer las necesidades nutricionales de más de 524,000 personas, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura en el país (FAO).

Asimismo, la oficina de la FAO en la República Dominicana difundió en un comunicado que el hambre afecta a cerca de 1.6 millones de personas en el país.

El informe “Pérdidas y desperdicios de alimentos en América Latina y el Caribe” de la oficina regional de la FAO, revela que las calorías que se pierden en el país con la venta al detalle (es decir, en supermercados, ferias libres, almacenes y demás puestos de venta retail) bastarían para satisfacer las necesidades nutricionales de más de 524,000 personas, permitiendo reducir el hambre del 15.6 por ciento al 10.5 por ciento.

En la actualidad, la FAO está realizando un sondeo para estimar la cantidad de alimentos que se desperdicia o se pierde en la República Dominicana, con el fin de definir una estrategia de reducción de estas pérdidas, reveló Gero Vaagt, representante de la organización en el país.

Vaagt explicó que una de las acciones para reducir las pérdidas consiste en destinar estos comestibles a suplir a los bancos de alimentos o emplearlos en otros fines, como sería la cadena de producción de alimentos para animales o en la reconversión en otro tipo de productos.

A nivel de la región de América Latina y el Caribe se pierden y desperdician más alimentos que los que son necesarios para satisfacer las necesidades nutricionales de los 47 millones de personas que aún sufren hambre en estos países, indica el comunicado de la ONU.

“Cada año, la región pierde o desperdicia alrededor del 15 % de sus alimentos disponibles, lo que impacta la sostenibilidad de los sistemas alimentarios, reduce la disponibilidad local y mundial de comida, generan menores ingresos para los productores y aumentan los precios para los consumidores”, explicó el representante regional de la FAO, Raúl Benítez.

Benítez agregó que las pérdidas y desperdicios también tienen un efecto negativo sobre el medio ambiente debido a la utilización no sostenible de los recursos naturales.

Con los alimentos que se pierden en la región, solo a nivel de la venta al detalle se podría alimentar a más de 30 millones de personas, es decir, al 64 % de quienes sufren hambre en la región.

—EFE