El Salvador importa más del 60 % de su consumo de aceite y manteca. Los datos están basados en un estudio de la Superintendencia de Competencia (SC), que estima el consumo mensual de aceite en $6.6 millones, de los cuales se compra en el extranjero más de $3.9 millones.
En el caso de la manteca, margarina y otras grasas, los salvadoreños importan más de $200 mil, ya que se estima un consumo mensual de $435,616 para todos los hogares.
Estas cifras forman parte del estudio “Condiciones de competencia en la producción y distribución de aceites y mantecas”, el cual se realizó entre 2005 y 2012.
Estado del mercado
Según el estudio la mayoría de las empresas del rubro son importadoras y distribuidoras de producto final; mientras que solo dos se encargan de producción pero a un nivel intermedio, ya que deben importar toda su materia prima.
Esta situación genera una dependencia de precios según la cotización de las materias primas y los productos terminados en el mercado internacional.
El coordinador del área de estudios de la intendencia económica, Jaime Baires, resaltó entre las conclusiones del informe que la producción local está siendo gradualmente desplazada por la importación de estos productos. Según el documento en 2005 se produjeron 49,833 toneladas métricas de estos productos, mientras que en 2012 redujo a 45,010.
El funcionario señaló que el rubro cuenta con muchos obstáculos para nuevos inversores y posee “costos hundidos” muy altos (inversión no recuperable en caso de vender la fábrica). Pese a esta situación, el coordinador del área de estudios dijo que este mercado está muy concentrado pero muy competitivo a la vez.
El consejo directivo de la SC también emitió en su informe una serie de recomendaciones para fortalecer el mercado de aceites y mantecas.
Uno de ellos está dirigido al ministerio de Medio Ambiente, al cual se le solicitó agilizar la entrega de los permisos de medio ambiente; también se pidió al ministerio de Salud solventar problemas en el otorgamiento de permisos sanitarios y por último un mayor control sobre el trasiego de producto. Esto con la intención de facilitar la entrada de nuevos competidores y productores.