Los exportadores de café pagan extra en aduanas

Exportadores pagan hasta $220 por el uso del sistema de rayos X en las aduanas

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Exportadores son afectados por el cobro de los $18 en el puerto de Acajutla debido a los engorrosos procesos logísticos . foto EDH

Por Pedro Carlos Mancía Magdalena Reyes nacional@eldiariodehoy.com

2014-07-11 8:00:00

La Asociación Salvadoreña de Beneficiarios y Exportadores de Café (Abecafe) expresó su disgusto ante la problemática logística en el cobro de $18 por el uso del sistema de escáner en las aduanas, por lo que muchos contenedores tienen retrasos de 72 horas esperando a desembarcar y los costos del proceso se elevan hasta los $220 aproximadamente.

Según Marcelino Samayoa, director de Abecafe, el café ha sido afectado debido a que todas las exportaciones en el puerto de Acajutla aparecen con alerta roja, lo que implica el paso por el escáner.

El empresario considera que las personas que manejan la máquina de rayos X “no saben interpretar las bolsas de café entonces quieren una revisión física”, esto significa que el proceso de exportación para los empresas se vuelve costoso y lento.

Ejemplificó con el caso particular de un contenedor que llevaba 18 microlotes, los cuales se pasan 18 veces por el escáner, por lo que se le cobra $18 por cada paso por la máquina.

La gremial pone en duda las acciones de la Dirección General de Aduanas de revisar todos los contenedores que contienen café, declarando que “la gente de aduanas no ha entendido la problemática o están dolosamente hostigando al (sector) café”.

Samayoa expone que el problema se encuentra en los incumplimientos de contrato que pueden sufrir los exportadores de café cuando el producto no sale a tiempo. Debido a las constantes inspecciones, si un contenedor llega al puerto cuando el barco ya está esperando a ser estibado, lo más probable es que el producto perderá la oportunidad de zarpar.

“Es un acto no aplicable a la voluntad del exportador, sino que es un problema nacional de aduanas”, añade el representante de la gremial. En una situación como esta, la repercusión en la que se vería inmerso el país es que los compradores de café opten por buscar el grano de otros países que no tengan problemas aduanales.

Sin embargo, el impacto no afectaría tanto al exportador como al país, ya que es El Salvador el que perdería compradores, percibiendo menores ingresos.

Los exportadores consideran que los engorrosos procesos de aduanas deben ser arreglados ya que se debe tomar en cuenta que la República se sitúa ante un mundo competitivo en donde hay más de 40 países productores de café, y que el país cada vez produce menos café, por lo que se debe cuidar su patrimonio.

Samayoa puntualiza que en cuanto a las ventas del café no se han visto afectados, pero indicó que los compradores no solo buscan café de calidad, sino la honorabilidad y puntualidad del exportador, y al encontrar problemas que retrasan los contenedores quienes se verán dañados son los que están adquiriendo el producto.

Cuando se trata de calidad del café, existen dos competidores en el mundo que ofrecen un producto similar al salvadoreño. Nicaragua actualmente está creciendo con su producción y ofrece exportación fácil para los países importadores, dijo.

Perú, de igual forma, está produciendo aproximadamente 4 millones de quintales, y brinda un mejor servicio aduanero y sin complicaciones. Una solución posible que los exportadores han encontrado es utilizar Puerto Quetzal en Guatemala para realizar los desembarques, aunque hasta la fecha ningún exportador salvadoreño ha utilizado este recurso, la gremial considera que es la solución “más lógica y sencilla”.

Por el momento no se ha puesto en marcha la idea, debido a que movilizar los contenedores hasta el puerto guatemalteco implicaría pagar por flete terrestre, lo que podría significar un mayor costo que hacerlo a través de Acajutla.

No obstante, si el costo que hay en utilizar Puerto Quetzal es menor al gasto experimentado en Acajutla, entonces los empresarios empezarán a exportar desde Guatemala.

Esto implicaría el abandono del puerto y de las fuentes de trabajo, y significaría que Guatemala estaría ganando más empleo, aparte de que percibiría mayores ingresos que El Salvador.

Se quejan de más costos para exportar e importar

Silvia Cuéllar, directora ejecutiva de la Corporación de Exportadores de El Salvador (Coexport) señaló que al sector, se le cobra por el equipo que maneja y por la cuadrilla que lo utiliza, situación que va sumando costos, que el exportador termina pagando.

Además, luego de esperar 24 horas adicionales al tiempo habitual, en el proceso de revisión, la ejecución de la revisión queda a criterio del personal de aduana. “El problema que vemos es que subsisten las situaciones y se están dando problemas, además el sistema siempre se cae, y una vez se cae no se pueden hacer las operaciones”, señaló.

Este tipo de atrasos, genera que el proceso de revisión para los exportadores e importadores se realice en un promedio de por lo menos tres días.

Entre las principales repercusiones de este engorroso trámite está el aumento de costos, por el tiempo de espera, tanto en productos terminados para la exportación como en la materia prima importada para la elaboración de los productos. Los retrasos en la entrada de la materia prima implica que los procesos de producción no salgan a tiempo. “Pero el exportador no puede atrasarse en las fechas de entrega, entonces si tengo retraso, se debe redoblar el esfuerzo productivo, es decir pagar horas extras”, comentó Cuéllar.

Los atrasos en aduanas están restando competitividad a los productores de la región, en comparación con los demás países cuyos procesos se realizan en menor tiempo.

Además los transportistas están teniendo mayores costos, que se trasladan al exportador.

Cuéllar, al igual que la Asociación de Representantes de Empresas Navieras y Portuarias (Arenep), señala que algunos de los exportadores en vez de lidiar con la tardanza y los costos, han optado por llevar su mercadería por tierra hasta Puerto Quetzal en Guatemala, porque en el país independientemente de la naviera con la que trabajen siempre tienen el obstáculo de la tardanza y los costos.

La ejecutiva de Coexport además mencionó que como gremio exportador ya han mantenido charlas con la Comisión Intergremial para la Facilitación del Comercio (Cifacil), para buscar una alternativa ante el vencimiento, en julio, del decreto que exonera del pago de los $18 a la mercadería que va de tránsito por El Salvador. “Nos preocupa que se repita la situación del cierre de fronteras, que generó $50 millones de pérdidas para el sector exportador”, dijo Cuéllar.

Agregó que como gremio no están en contra de la revisión de rayos X, lo que en realidad solicitan es que se solucione los problemas y tardanzas que da el sistema en aeropuertos, puertos y fronteras terrestres.