Nuevo Banco Azul promete atención cálida y eficiente

Directivos de la institución se proponen hacer del servicio ágil una de sus ventajas competitivas. El análisis de crédito y las decisiones serán tomadas en el país, lo cual les permitirá resolver de manera más rápida, según dijeron

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El presidente de Banco Azul, Carlos E. Araujo (centro), posa junto al vicepresidente, Alfredo Pacas (izq.), y el director ejecutivo, Armando Rodríguez.

Por Por Omar Cabrera | Fotografía Omar Carbonero

2014-07-15 10:00:00

El nuevo Banco Azul, que espera iniciar operaciones en agosto, se ha propuesto hacer de la atención ágil, eficiente y cálida una de sus ventajas competitivas.

“Vamos a acercarnos y a conocer mejor a nuestros clientes, que es lo que algunos expresan que añoran de la banca antes no internacionalizada”, asegura el presidente de Banco Azul, Carlos Enrique Araujo.

El también ex presidente de la Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP), añade que el conocimiento del cliente va más allá de las exigencias de la Ley contra el Lavado de Dinero, e incluye, por ejemplo, conocer los planes y “los sueños” de las personas que acuden al banco.

A la agilidad también abona el hecho de que las decisiones serán tomadas en El Salvador, sin tener que consultar o pedir autorizaciones a oficinas regionales o casas matrices fuera del país, añade el empresario.

“Nosotros entendemos el país, entendemos su idiosincracia, sus costumbres, estamos tropicalizados o salvadoreñizados, y por lo tanto creemos que podemos tener un tratamiento con más empatía”, añade el Vicepresidente de Banco Azul, Alfredo Pacas.

Este elemento diferenciador es uno de los que la nueva institución está señalando en las capacitaciones que realiza con su personal, que ya supera los 90 empleados, incluyendo directores y gerentes, añade Pacas.

Otra medida que Banco Azul ha tomado para motivar a su equipo humano es la de convertir a cada uno de sus colaboradores en accionista. Así, desde los altos mandos hasta la persona que ocupe la posición más modesta en la estructura será propietario, aunque sea de un porcentaje pequeño de la institución.

Aún antes de iniciar operaciones, Banco Azul cuenta ya con más de 1,400 accionistas, y un capital social de 60 millones de dólares.

Todas estas medidas buscan diferenciar a Banco Azul en un mercado que sus directivos califican como “altamente competitivo” y posicionarlo como “el único banco 100 por ciento salvadoreño”.

Un entorno desafiante

Banco Azul se prepara a iniciar operaciones en medio de un lento crecimiento económico, un aumento de las tasas de interés, y una propuesta del gobierno por establecer un impuesto de 0.25 por ciento a las transacciones bancarias superiores a 750 dólares.

Aún así, los directivos de la institución prefieren concentrarse en las señales positivas del entorno.

El director ejecutivo de Banco Azul, Armando Rodríguez, señala que el sistema financiero salvadoreño es uno de los más sólidos de Centroamérica.

En términos de solvencia (fondo patrimonial sobre activos), por ejemplo, el mínimo que exige la Superintendencia del Sistema Financiero (SSF) es 12.5 por ciento, y los bancos del país superan ese límite, al punto que algunos alcanzan el 30 por ciento, destaca Rodríguez.

Otro indicador clave en el sector: la mora, se mantiene por debajo del 3 por ciento.

Además, la Superintendencia está liberando ya a los bancos un 2 por ciento de reservas que exigió aumentar en el último trimestre del año pasado, debido a la incertidumbre electoral.

“Es un entorno donde es saludable ingresar a una industria”, resume el director ejecutivo.

Araujo, por su parte, sostiene que el entorno siempre plantea desafíos, pero los fundadores del banco están convencidos de que también ofrece oportunidades para crecer.

Apertura en seis u ocho semanas

Banco Azul espera iniciar sus operaciones dentro de seis u ocho semanas, es decir a finales de agosto o principios de septiembre.

Previamente, los directivos del banco habían dicho que sería en el segundo trimestre del año. Sin embargo, Araujo sostiene que el retraso se debió a una decisión de esperar a que estuviera disponible la última versión del core (software) bancario que utilizarán, ya que esta brinda solución a algunas de las observaciones que ha planteado la Superintendencia.

Azul será el primer banco en el país en utilizar el software T24 de la empresa Temenos, que ya emplean unos 1,000 bancos a nivel mundial, sostiene el director ejecutivo.

Rodríguez añade que Ficohsa, de Honduras, utiliza esta misma plataforma informática, así como varios bancos que tienen su sede en Panamá o Costa Rica.

Además del componente informático, Banco Azul está trabajando estos días en la contratación de personal para los puestos de cajeras, ejecutivos de ventas y otros.

El trabajo también incluye otros aspectos operativos, como las normas, procedimientos y manuales de funciones.

“Cabe decir que hace una semana ya recibimos de la Superintendencia las cartas donde ellos dicen que ya nos revisaron todos esos manuales que le acabo de mencionar y nos han hecho algunas pequeñas observacioncitas que precisamente en esta semana las estamos subsanando”, dijo Rodríguez el jueves recién pasado.

“Estamos en la etapa final de chequear que todo lo operativo va a funcionar como un relojito el día que nosotros abramos nuestras puertas”, resumió el director ejecutivo de Banco Azul.

La institución también está trabajando en los acabados de los siete edificios que albergarán igual número de agencias, incluyendo el centro financiero, ubicado en la esquina entre la Avenida Olímpica y la Alameda Manuel Enrique Araujo.

El nuevo banco se ha fijado como meta cerrar 2014 con una cartera de depósitos por 50 millones de dólares y una de préstamos por más de 75 millones.