En los últimos 5 años, la industria textil y de confección ha exportado un promedio anual de $2,046.6 millones, cifra que representa más del 50 % de las ventas totales de El Salvador hacia el exterior.
Según los cálculos de la gremial que los representa, Camtex, durante 2013, las exportaciones de esta industria crecieron 9 %, es decir, $197 millones más de lo que se externó en 2012. El 85 % de lo producido se comercializó en Estados Unidos, mercado para el cual el país es el onceavo proveedor, un 11 % se envió a Centroamérica y solo un 4 % se destinó a “otros países”.
El sector opera bajo el régimen de zonas francas, o DPA, pero no tendría ningún problema en cambiarse o adoptar los beneficios de una Zona de Empleo y Desarrollo Económico (ZEDE) como las creadas por Honduras, en las que los industriales dispuestos a operar en ellas tendrán un impuesto de renta con un techo que solo llega a 16 % y un IVA cuyo tope es de apenas 5 %. La renta normal en Honduras es de 30 % y la tasa de IVA es de 15 %.
La ANEP ha propuesto al Gobierno trabajar en conjunto para crear una ZEDE en el departamento de La Unión, bajo condiciones jurídicas, administrativas y fiscales especiales para atraer inversión extranjera y aumentar la nacional, como lo hace Honduras. Este país ha detectado 12 ciudades que pueden funcionar bajo normas ZEDE y planea comenzar a operar las primeras entre 2015 y 2016, tanto con zonafranqueros ya instalados y que deseen mudarse de régimen, como con inversionistas extranjeros. Pohan Iron & Steel Company es la primera empresa coreana, de seis interesadas, en firmar un acuerdo con el Gobierno para operar una ZEDE en el Golfo de Fonseca.
Posco es la cuarta mayor productora de acero del mundo. José Escobar, presidente de Camtex, conversó con Expansión sobre la visión de la industria textil y de confección respecto a la creación de una ciudad modelo en el país.
¿Les afecta o les beneficia una ZEDE salvadoreña?
El modelo que creemos será el más cercano al modelo original es el hondureño. Si hay un acuerdo bien analizado y coordinado entre Gobierno y empresa privada, la ZEDE puede ser un buen modelo a aplicar no solo en un territorio, sino en todo El Salvador.
Hay ciudades estado, ciudades chárter, ZEDE, zonas económicas especiales, ¿por qué prefieren las ZEDE estilo hondureño?
El modelo que mejor puede aplicarse en El Salvador son las ZEDE y puede comenzar con un territorio de prueba y poco a poco, si conviene, reproducirlo hacia todo el país.
¿Cuál sería la zona indicada en el país?
Veo varios departamentos en donde se pueden hacer modelos de ZEDE, el mas idóneo en este momento seria incorporar el Puerto de La Unión (como el de Amapala en Honduras) para que sea parte de una ZEDE, lo cual podría facilitar la importación y exportación de materias primas y productos terminados para dinamizar esa región y conectar a Honduras y Nicaragua para aunar esfuerzos para potenciar la zona del Golfo de Fonseca.
¿Qué tipo de industria se podría instalar?
A priori pienso que hay muchos productos que no se trabajan en nuestro país, se podría industrializar La Unión y sus alrededores, para crear nuevos nichos de negocios tanto para venta local como extranjera en rubros como: auto partes, calzado, accesorios médicos, productos de ferretería, cerámica, muebles, procesamiento de productos de la pesca en mar abierto o en estanques, hatos ganaderos para procesamiento de carnes frescas o preparadas para exportación, etc.
¿Un zonafranquero mudaría al régimen de una ZEDE para tener mejores beneficios?
Existe la posibilidad de que los operadores podamos invertir dentro de una ZEDE para invertir en infraestructura, por si hay algún inversionista que solo quiere montar su planta y nada más. Usualmente, en las ZEDE se establecen empresas multinacionales con grandes inversiones. De las empresas que ahorita están en zona franca o en DPA en El Salvador calificarían unas 6 que tienen inversiones arriba de $50 millones.
¿Considera necesario tener una ley de seguridad jurídica como la de Colombia?
Yo creo que esto no es un proceso “de pop corn”. En mi experiencia de más de 25 años con las zonas francas, como ahora, en aquel entonces se satanizó el concepto y hubo muchos opositores.
Tuve el privilegio y la bendición de Dios de construir y operar la primera zona franca privada de El Salvador, y hasta la fecha, la industria ya es de textil, confección, mantenimiento aeronáutico, electrónica, plantas ornamentales, atún, y generamos más del 50 % de las exportaciones del país, con 81 mil empleos directos, 160 mil indirectos. Hemos creado un encadenamiento productivo en el que cada dólar que se exporta, $0.49 son insumos producidos en El Salvador. Ahora, tenemos que tecnificar nuestra mano de obra, trabajar con el Gobierno, generar clima propicio y seguridad para invertir, que los inversionistas que ya están sean nuestros mejores aliados, que digan que vale la pena invertir en El Salvador.