Fusades: Crece el número de empresas que están vendiendo menos:

Según la última la Encuesta de Dinámica Empresarial presentada por Fusades

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Los comercios han tenido que recurrir a ofertas del 2x1 y descuentos de hasta 70 % para vender más. Foto EDH / Archivo

Por Evelyn Machuca negocios@eldiariodehoy.com

2014-06-01 8:00:00

La cantidad de empresas que registraron que están vendiendo menos aumentó del último trimestre del año anterior para el primer trimestre de 2014, según reveló recientemente la Encuesta de Dinámica Empresarial, presentada por la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (Fusades).

El indicador de ventas de Fusades (IVF) refleja que solo el 31 % de los empresarios que fueron encuestados aseguró que la cantidad de ventas que tuvieron entre enero y marzo pasados fueron mayores a las que tuvieron entre octubre y diciembre de 2013.

Dicho indicador señala que, al comparar el último trimestre de 2013 con el primero de este año, se redujo el saldo neto (diferencia entre el porcentaje de empresas que registraron aumento de ventas y las que registraron reducción de las mismas; no es una tasa porcentual) de 14.7 a 0.3 (ver gráfica).

Lo anterior significa que la economía “se está volviendo más lenta, porque antes habían más empresas que vendían más, a las que les estaba yendo mejor”, señaló la directora del Centro de Investigación y Estadísticas (CIE) de Fusades, Margarita Beneke de Sanfeliú.

Lo que el índice de la Fundación no mide es cuánto o en qué porcentaje han caído las ventas, mucho menos su equivalente en dólares, pero lo que sí es una realidad es que la tendencia es a la baja y muestra por dónde va la economía nacional, explicó De Sanfeliú.

A partir del IVF —cuyos datos son obtenidos a partir de una encuesta realizada a cerca de 450 empresarios del área metropolitana de San Salvador, Santa Ana, Sonsonate y San Miguel, que son las ciudades en donde se concentra la mayor actividad económica de El Salvador—, Fusades considera que el comportamiento de la economía lleva un “crecimiento lento”.

Otro indicador por el que el tanque de pensamiento se muestra preocupado es el que señala la tendencia sobre el aumento o la disminución del número de empleos.

De acuerdo con la misma encuesta, y con respecto a los trimestres antes mencionados, el saldo neto del indicador del empleo bajó de 12.1 a 3.6 (ver gráfica).

Esos datos son consistentes con las cifras reportadas por el Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS), que demuestran una reducción en el número de trabajadores del sector privado: entre enero y marzo del año en curso, el ISSS registró 6,536 cotizantes menos que los registrados entre octubre y diciembre del año pasado.

Detrás de un nuevo empleo hay una inversión, pero un tercer indicador por el que Fusades manifiesta intranquilidad es precisamente el del clima de inversión, el cual ha venido siendo percibido de forma constante y negativa desde hace seis años.

Los empresarios han venido calificando el clima de inversión como desfavorable, desde el año 2008.

Solo el 5 % de los empresarios entrevistados percibieron como favorable ese indicador para el primer trimestre de este año.

La página 25 del informe de coyuntura económica de Fusades para el primer trimestre de 2014 reseña que “el porcentaje de empresas que no está interesada en invertir ha aumentado en once puntos, pasando de 47 % en 2012 a 58 % en 2014”.

Lo ranking internacionales sobre desarrollo humano, competitividad y corrupción de organismos e instituciones como el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) , el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés) y Transparencia Internacional, entre otros, muestran que el país ha retrocedido en la mayoría de posiciones en cuanto a competitividad y desarrollo.

Solo en el aspecto del clima de negocios, El Salvador retrocedió 44 puntos.

“La principal consecuencia de esta situación es que no se estaría generando empleo al ritmo que se podría estar generando. Eso para mí es lo más importante”, advirtió la directora del CIE de Fusades.

Según el 30 % de los empresarios entrevistados, la actividad económica se vio mermada por la inseguridad y la delincuencia; otro 24 % opinó que por el período electoral presidencial.

Sobre qué está afectando el clima de inversión, de forma específica los empresarios que dijeron que no tienen interés en invertir, el 70% indicó que el principal factor siguen siendo los mismos: la inseguridad y la delincuencia.

No es casualidad que ambas variables sean mencionadas como los obstáculos que hay que remover dentro del proyecto Asocio para el Crecimiento, suscrito entre los gobiernos de Estados Unidos y El Salvador.

Y aunque el Índice de Volumen de la Actividad Económica (IVAE) del Banco Central de Reserva (BCR), registró tasas de crecimiento de 2.2 % y de 2.5 % entre enero y febrero de 2014, más altas que las obtenidas durante todo el pasado; no se puede generalizar que la economía ya alzó vuelo; más bien se observa que el crecimiento sigue siendo lento. “Lo que es indudable es que la actividad económica del país ha sido bien lenta durante el actual período presidencial. Después de la crisis económica 2008-2009, donde tuvimos un crecimiento económico negativo, la economía se ha comportado bien lenta, con un crecimiento del 1 %, 1.5 %, con la población creciendo a 0.7 %. Entonces estamos hablando de 1 % en los últimos cuatro años y esa es la predicción para este año 2014 y también para el 2015”, explicó el director de Asuntos Económicos y Sociales de la Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP), Waldo Jiménez.

Agregó que no hay una estimación del crecimiento superior al 2 % por parte de todos los organismos internacionales “y eso se traduce en un comportamiento bastante lento de las ventas”.

Ventas externas cayeron un 11 % de enero a febrero

Por si fuera poco, las exportaciones han mostrado una disminución del 11 % entre enero y febrero, lo cual equivale a $100 millones, la más severa contracción en los últimos 15 años, a excepción de 2009, cuando inició la crisis económica mundial.

La exportaciones tradicionales (café, azúcar y camarón) se vieron reducidas en el 41 %, es decir, $44 millones, mientras que las exportaciones no tradicionales (ropa, cajas, bolsas, botellas, atún, textiles, panadería, bebidas, combustible, manufacturas, entre otras), que representaron el 73 % del total, bajaron en un 5 %.