La Bolsa de Valores de El Salvador, la Central de Depósito de Valores (Cedeval) y la Asociación de las Casas Corredoras de Bolsas sumaron ayer nuevos argumentos en contra del impuesto sobre las transacciones bancarias que está siendo contemplado en el paquete de reformas fiscales que impulsa el Ministerio de Hacienda.
“Ellos (el Gobierno) dicen: el 0.25 % es muy poquito, ni se va a ver. Por supuesto que se mira y esa es la esencia de nuestro negocio. La esencia donde un valor que ha financiado una operación estaríamos gravándole el 0.25 % no solamente una sola vez, sino “n” veces”, expresó el presidente de la Bolsa de Valores, Rolando Duarte.
El presidente de la Asociación de Casas Corredoras, Roberto Erroa, explicó que “el efecto cadena se da de la siguiente manera: cuando llega el inversionista a la bolsa a hacer una transacción emite un cheque a la casa de bolsa que representa al comprador, luego la casa de bolsa compradora le emite un cheque a la Bolsa de Valores; luego la Bolsa le emite un cheque a la casa de bolsa que representa al vendedor, y después la casa de bolsa le da el cheque al vendedor y solo allí ya hay cuatro transacciones (sobre el mismo dinero)”.
La tesis principal de las tres instituciones es que los verdaderos afectados con el nuevo gravamen son la clase trabajadora y la población con escasos recursos.
La Bolsa de Valores funciona con los recursos o fondos que los oferentes (ahorrantes, inversionistas, fondos de pensiones, compañías de seguros, bancos) proveen, a través del mercado bursátil, a aquellos que lo demandan (industria, construcción, pequeñas y medianas empresas, comercio, turismo, instituciones autónomas), anotó el gerente general de dicha institución, Javier Mayora.
En ese sentido, agregó que hay varios proyectos que son financiados con el mercado bursátil, y a manera de ejemplo detalló que proyectos como los desarrollados en Santa Tecla en el estadio Las Delicias, en el Centro Deportivo El Cafetalón y el Paseo El Carmen, requirieron de una inversión de $4.4 millones, a través de la titularización mediante la Bolsa de Valores.
“¿Quién se beneficia de todas estas transacciones? ¿Quién utiliza todo este bagaje de fondos que son invertidos en diferentes proyectos? Son las pequeñas y medianas empresas, son la clase trabajadora que tiene acceso a la vivienda, quienes con este nuevo impuesto estarían encareciendo las transacciones”, manifestó Duarte.
Erroa añadió que “una sola transacción que se dé en el mercado de valores ocasiona un desincentivo a la inversión; los inversionistas van a buscar las inversiones más atractivas en otros países”.