Solo tres buques con carga a granel y uno más con carga general han atracado en el Puerto de La Unión en lo que va del año, de acuerdo con las últimas estadísticas de la Comisión Ejecutiva Portuaria Autónoma ( CEPA).
El lodo y la suciedad que obstruyen el canal principal de acceso a la terminal marítima son el principal problema por el que los buques no llegan al puerto y deciden irse a otras terminales vecinas.
Idealmente este canal debería tener 15 metros de profundidad, pero el azolve solo le ha dejado siete centímetros que no son suficientes para una embarcación con carga.
Para lograr la profundidad requerida, el Puerto tendría que hacer un dragado constante del azolve, pero a pesar de ser una de las infraestructuras más importantes que tiene el país, no hay dinero para hacerlo.
Ha sido hasta hoy, que la autónoma está a punto de licitar la concesión del puerto a una empresa privada, que se están buscando los fondos para contratar el servicio de dragado o la compra de la maquinaria para hacerlo.
El mejor año para el Puerto fue en 2012. Según el gerente del Puerto, Milton Lacayo, desde 2010, que se hizo un esfuerzo por traer a navieras al país, se logró que las empresas American President Lines (APL) y la empresa Hamburg Süd iniciaran un servicio semanal al Puerto de La Unión a partir de septiembre de 2011. Lacayo dijo que este servicio recaló en el Puerto hasta diciembre de 2012 debido a la falta de profundidad en el canal de acceso.
Eso provocó que en 2013 apenas 15 buques llegaran a la terminal marítima, lo que significó una pérdida importante de ingresos para la institución.
De acuerdo con las tarifas vigentes establecidas por la Autoridad Marítima Portuaria (AMP) los buques deben pagar entre $0.08 y $0.42 por cada tonelada de registro bruto (TRB) que hace uso del canal y que atraca, se remolca o es estacionado en el patio del puerto por hora.
Según las estadísticas de este año, los cuatro buques que han desembarcado a la fecha transportaban 21,545.54 toneladas métricas.
Para este año Lacayo espera que se reciba una cantidad de buques similar a la del año pasado “a menos que despegue el ferry con una recalada diaria”, mencionó.
Según el gerente, el que vengan más buques al Puerto depende en gran medida de que el canal de acceso tenga la profundidad necesaria y además, del equipo de grúas pórtico que el Puerto aún no tiene y que son necesarias para descargar la mercadería que viene en la embarcación.
Y el número de buques podría variar dependiendo de las disposiciones que establezca la empresa que gane la administración de la terminal el próximo año.
El expresidente de la autónoma, Hugo Barrientos, aseguró la semana pasada que el contrato para la licitación ya estaba en su etapa final pues solo se le estaban incorporando algunas observaciones que hizo la AMP así como la cooperación japonesa en El Salvador, que ha financiado el proyecto y la Unidad de Adquisiciones y Contrataciones del Ministerio de Hacienda.
Sin embargo, el cambio de administración gubernamental y la llegada del nuevo presidente de la autónoma, Nelson Vanegas, retrasará esas proyecciones.
A pesar de que el puerto es una de sus prioridades, el funcionario dijo que necesita más tiempo para analizar todos los proyectos pendientes.
Sin dinero para dragado
Dragar el canal principal de acceso al puerto será responsabilidad del Gobierno, de acuerdo a la Ley de Concesión que se aprobó el año pasado.
Sin embargo, CEPA aún gestiona con el Ministerio de Hacienda un financiamiento de $15 millones con el que alquilarían el servicio de dragado o comprarían la maquinaria para hacerlo. Hacienda aún no confirma si el dinero estaría disponible para el próximo año. El nuevo secretario Técnico de la Presidencia, Roberto Lorenzana, está consciente que este dragado representará para el Estado un gasto anual de $10 millones, un dinero que reducirá la rentabilidad de la terminal.