Argentina en aprietos para pagar a acreedores tras fallo judicial

El país entraría en un nuevo 'default', si es obligado a pagar a los inversionistas que aún no reciben su dinero tras la crisis de 2001

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El ministro de Economía de Argentina, Axel Kicillof, dice que el país podría afrontar un nuevo 'default'.

Por EFE

2014-06-18 3:30:00

NUEVA YORK. Un tribunal federal de apelaciones de Estados Unidos levantó ayer la suspensión cautelar de los pagos a tenedores de bonos argentinos que reclaman el pago íntegro de la deuda en mora desde el cese de pagos de 2001 en Argentina.

La decisión, confirmada por fuentes judiciales, se produjo de forma prácticamente paralela a la convocatoria por el juez federal Thomas Griesa a una audiencia con los abogados de las dos partes en Nueva York.

El Tribunal Supremo de Estados Unidos rechazó el pasado lunes una apelación argentina y dejó en firme una sentencia de Griesa que ordena a Argentina pagar a los fondos una deuda de 1,300 millones de dólares que, con intereses, suma 1,500 millones.

La decisión del tribunal de apelaciones que seguía el caso visto inicialmente por Griesa se produjo una vez que el Tribunal Supremo declinó la apelación argentina.

La deuda por la que los fondos demandaron a Argentina en EE.UU. se encuentra en mora desde la crisis económica y social de 2001 y corresponde al grupo de acreedores que no aceptaron los canjes de deuda planteados por el Gobierno en 2005 y 2010, aproximadamente un 7% del total.

MINISTRO: OTRA VEZ EN ‘DEFAULT’

La aplicación del fallo del juez Griesa “empuja al país al default” (suspensión de pagos), según dijo este martes el ministro de Economía argentino, Axel Kicillof.

El cese de pagos se produciría porque si se le paga a los fondos litigantes, el resto de los acreedores que no aceptaron los canjes también podrían demandar el cobro de bonos en mora por valor de 15,000 millones de dólares, cifra equivalente a la mitad de las reservas monetarias de Argentina.

Por ello, Kicillof anunció que Argentina propondrá un canje de la deuda reestructurada, que excluye a los fondos especulativos, para cumplir sus compromisos de pago en el país y no en Estados Unidos.

Esto permitiría a Argentina continuar con los pagos a esos acreedores a través de bancos argentinos, en vez de girar fondos a cuentas de los Estados Unidos y sortea así la amenaza de que sean embargados a petición de los querellantes.