Los milagros del río Han

En Corea del Sur, la exportación, la innovación y sobre todo una fuerte apuesta por la educación, considerada crucial para el éxito y a la que se destina el 5 % del PIB, son claves en el desarrollo de esta competitiva nación asiática, que técnicamente sigue en guerra con su vecino comunista Corea del Norte.

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Al caudaloso río Han que atraviesa Seúl le atribuyen los coreanos un "milagro", el de transformar un país devastado por la guerra civil (1950-53) y con escasos recursos naturales, en uno de los más avanzados y competitivos del mundo.

Por EFE

2014-06-05 8:00:00

SEÚL. Al caudaloso río Han que atraviesa Seúl le atribuyen los coreanos un “milagro”, el de transformar un país devastado por la guerra civil (1950-53) y con escasos recursos naturales, en uno de los más avanzados y competitivos del mundo.

Pero ha habido más milagros.

En Seúl, rascacielos de acero y cristal e impresionantes nudos de comunicaciones recuerdan iluminados a películas futuristas y escenifican el despegue de Corea del Sur, hasta convertirse en la cuarta economía asiática y la decimoquinta mundial.

Ya la llegada el aeropuerto internacional de Incheon, considerado el mejor del mundo por octavo año consecutivo, sorprende por su diseño vanguardista y avances tecnológicos.

La exportación, la innovación y sobre todo una fuerte apuesta por la educación, considerada crucial para el éxito y a la que se destina el 5 % del PIB, son claves en el desarrollo de esta competitiva nación asiática, que técnicamente sigue en guerra con su vecino comunista Corea del Norte.

“Tenemos un territorio muy pequeño con 50 millones de habitantes y todos tienen que sobrevivir”, dijo a Efe el director de Información de la agencia coreana de noticias Yonhap, Lee Ki Chang.

“Hay una voluntad de tener éxito, de querer ser el primero. Por eso somos muy trabajadores”, argumentó al ser preguntado por las razones del “milagro del río Han”.

Los coreanos se refieren así al período de 1953 a 1997, cuando de un país rural y pobre evolucionó a una economía industrializada orientada a la exportación y con alto crecimiento.

Le siguieron otros dos “milagros”.

La crisis asiática de 1997 derivó en Corea del Sur en una grave crisis de liquidez con empresas fuertemente endeudadas, que superó en un tiempo récord gracias a su pujante industria.

Empresas coreanas como Samsung, LM, Hyudai o Kia se transformaron en potentes multinacionales que desde grandes conglomerados industriales “chaebol” impulsaron otro fuerte ciclo de crecimiento.

A raíz de la crisis de 1997, Corea cambió el modelo productivo y acometió una reestructuración financiera, con un estímulo del sistema educativo hacia el desarrollo de nuevas tecnologías.

Y en 2008 la crisis global puso de nuevo a prueba al país asiático, que rápidamente se adaptó al nuevo ciclo económico con más reformas financieras y una estrategia de innovación.

Así, se alzó con el liderazgo mundial en el acceso a Internet más rápido del mundo y de banda ancha per cápita más alto, o, en el campo industrial, con el primer puesto en construcción naval.

También es uno de los países punteros en robótica.

En ese despegue fue decisivo el compromiso entre empresarios y trabajadores, con el gobierno como intermediario y el apoyo de políticos y líderes sociales, para avalar reformas económicas muy duras, dijeron a Efe fuentes diplomáticas.

Y los valores confucianos para superar dificultades.

La receta es educación y trabajo, la motivación de la población y un liderazgo que supo adaptarse a los nuevos tiempos con una apuesta por la innovación, según analistas.

Pero, como contrapunto largas jornadas laborales y quince días de vacaciones anuales, y donde los estudiantes soportan también extensas y exigentes jornadas, deriva en una fuerte presión competitiva, estrés, tasas altas de suicidios y poco tiempo de ocio.

En este país ya casi todo es digital y hasta la compra se puede hacer en una estación de metro, donde existen algunos supermercados virtuales con grandes pantallas en las que se puede escanear los códigos de productos y tener el pedido disponible al llegar a casa.

El sentimiento colectivo coreano es patente en las empresas y en las calles, donde es imposible ver un papel en el suelo o un servicio de uso común en mal estado.

La música K-pop también se ha puesto de moda y convertido en un importante mercado de exportación. Es la “ola coreana” que lanzó el rockero coreano Psy, que con su “Gangnam style” hizo mundialmente celebre el “baile del caballo” y el glamuroso barrio Gangnam.

Seúl sigue siendo sin embargo una ciudad de contrastes, que conserva una fuerte identidad y valores culturales orientales.

Junto al alarde tecnológico y futurista desplegado en las principales ciudades del país, conviven monumentos históricos como palacios imperiales que datan del siglo XV.

Muchos de esos monumentos tuvieron que ser reconstruidos tras la invasión japonesa, explicó a Efe el director del Museo de Historia de Seúl, Hong-Bin Kang, que atesora en esa institución miles de documentos e imágenes de la evolución de la capital coreana que sufrió las consecuencias de sucesivos conflictos bélicos.

Ahora la disminución progresiva de la fuerza laboral por la baja tasa de natalidad y el envejecimiento de la población es una de las principales preocupaciones y un reto para el futuro.

Los coreanos esperan otro milagro de su emblemático río. EFE