El Salvador planea una ciudad modelo

El Enade XIV será el escenario en donde el sector privado lanzará una propuesta para que El Salvador cree una Zona de Empleo y Desarrollo Económico (ZEDE) que lo empuje hacia la competitividad.

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El Salvador planea una ciudad modelo

Por Por Guadalupe Hernández | Infografía Jorge Castillo

2014-06-02 5:30:00

La idea de que en El Salvador exista un territorio especial con autonomía, régimen fiscal y personería jurídica propia, no es un cuento alejado de la realidad. La Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP) ha elaborado una propuesta para que en nuestro país se establezca una Zona de Empleo y Desarrollo Económico (ZEDE), una figura que en Centroamérica es liderada por Honduras, en donde se ha convertido en el proyecto bandera del presidente Juan Orlando Hernández. Nicaragua también impulsa una iniciativa llamada Ciudades Modelo.

La gremial sostiene que este tipo de proyectos podría convertirse en el anzuelo perfecto para atraer inversiones frescas y generar empleo en nuestro país.

La propuesta será presentada por la cúpula empresarial en unas dos semanas, cuando se celebre el XIV Encuentro Nacional de la Empresa Privada (Enade), llamado “El Salvador Competitivo”.

La intención del ambicioso proyecto es que El Salvador se suba a la ola del desarrollo como lo hacen países hermanos, como Honduras que tiene planes de arrancar con el primer ZEDE en 2015, confirmó Jorge Daboub, presidente de la ANEP.

Roberto Rubio-Fabián, director Ejecutivo de la Fundación Nacional para el Desarrollo (FUNDE), recuerda que este tipo de iniciativas era parte de las propuestas del Plan de Nación que se impulsó en la década de los 90.

En ese entonces se proponía el establecimiento de cuatro zonas de desarrollo que estuvieran integradas bajo un régimen especial. Sin embargo, con los cambios de administración gubernamental los planes quedaron en letra muerta.

Por ello Daboub cree importante retomar este tipo de iniciativas y entrar en una etapa de recuperación, debido a que en el último quinquenio, consideró, El Salvador ha caído en forma dramática en indicadores internacionales como el de competividad, la transparencia, y la facilidad para hacer negocios, entre otros.

Para lograr esa recuperación, el sector productivo propone una agenda quinquenal de desarrollo integral, que permita atraer inversiones extranjeras, generar empleos, y por ende mejorar en el índice de competitividad.

La ANEP plantea que para alcanzar ese alto nivel de competitividad, el país debe de superar una serie de obstáculos que radican en el sistema legal, con leyes que en lugar de favorecer la llegada de nuevas inversiones lo único que hacen es alejarlas.

Rubio coincide en que habrá necesidad de hacer reformas a leyes obsoletas, de manera que El Salvador pueda alcanzar el ritmo que llevan el resto de países de la región.

En este punto, el analista Rigoberto Monge, va más allá al afirmar que se necesitaría “rediseñar” un marco legal que le de vida a la figura, es decir, reformular una serie de leyes relacionadas con el desarrollo de las actividades productivas del país, como aduanas, transporte, registros, normas técnicas.

Reformas legales integrales

¿Pero cómo hacerlo? La ANEP propone una serie de reformas, las cuales han elaborado junto a representantes de 178 sindicatos laborales representados en la gremial.

En las mesas de trabajo se analizaron cada una de las leyes que son una “piedra de tropiezo” en el quehacer productivo. Esos insumos fueron entregados a un equipo de abogados, para elaborar propuestas específicas de reformas que conduzcan al país al camino de la competitividad. Los resultados están plasmados en el documento Enade XIV, que será entregado al presidente Salvador Sánchez Cerén y las nuevas autoridades del país.

ZEDE en el Golfo de Fonseca

Las reformas permitirían el establecimiento de la primer ZEDE salvadoreña. La zona elegida para tal fin es el Golfo de Fonseca, en el Departamento de La Unión, en donde también se espera que en un mediano plazo se reactive el Puerto La Unión.

Para Daboub, los ZEDES son la forma rápida e inmediata de tener los resultados esperados (elevar la competitividad), siempre y cuando se hagan todas las reformas sugeridas, aunque reconoce que éstas pasarán por una discusión legislativa que puede demorar mucho tiempo.

“Hay que empezar ya, porque Honduras y Nicaragua lo están desarrollando y si nos quedamos afuera vamos a perder fuentes de empleo y competitividad. Hagamos ya en El Salvador una zona de desarrollo”, expresó.

A juicio de Monge, El Salvador es pequeño en territorio, pero posee muchas regiones en donde se pueden desarrollar no uno, sino varias ZEDE, en especial en donde existe infraestructura productiva.

“Me parece un enfoque renovado e integrador que vendría a ofrecer nuevos escenarios y condiciones que van más allá de los simples incentivos fiscales”, apunta el representante del sector privado, para quien la ZEDE no debe ser un lugar aislado, sino integrado con los distintos sectores económicos.

Lo ideal, añade, es que haya una mayor eficiencia por parte de las instituciones que prestan servicios al sector productivo por parte del Estado, para lo cual sin duda se necesitaría impulsar, en forma paralela, un proceso de reingeniería de las mismas.

El analista considera que ante la falta de un plan detallado de gobierno para la reactivación económica del país, más que los anuncios que se hicieron durante la campaña electoral, la propuesta será una contribución positiva para el nuevo gobierno, así como también para todo el Estado (Asamblea Legislativa y Órgano Judicial).

En la actualidad, el territorio salvadoreño posee varias regiones con potencial, en donde se pudieran establecer este tipo de proyectos, entre éstas la zona de los Nonualcos, La Paz, conformada por 16 municipios. Según Rubio en dicha región hay inversiones considerables en infraestructura productiva, incluyendo El Aeropuerto Internacional de El Salvador, que son una buena base para establecer un plan desarrollo productivo.

Daboub estima que El Salvador tendrá unos 24 meses para subirse a la ola de la competitividad, tiempo en el cual los países hermanos estarán ya implementando sus proyectos. “Más que cuánto tiempo nos tomaría, es cuánto tiempo tenemos antes de comenzar a perder nuestros empleos. Es importante que lo pongamos en la agenda del país para que nos alcancemos subir a esta ola de desarrollo”, sentenció.

La gremial también ha tenido acercamientos con personeros de gobierno de los países vecinos para tratar de que este tipo de proyectos cobren carácter regional, para lo cual se espera que los mandatarios de cada nación lo aborden por encima de cualquier diferencia política.