Reducir la violencia en El Salvador y trabajar en la seguridad es uno de los principales retos que deberá asumir el nuevo gobierno para reactivar la economía del país. Ese es uno de los punto en que concuerdan varias gremiales de pequeños empresarios.
El otro punto que empresarios ven como amenaza es el pretender establecer nuevos impuestos, algo que advierten complicará la situación económica de las empresas, que ya están sofocadas por el asedio de las pandillas.
Ernesto Vilanova, presidente del Consejo Nacional de la Pequeña Empresa de El Salvador (Conapes), comentó que según un sondeo realizado por la gremial, el 97 % de la pequeña empresa es extorsionada actualmente.
El dirigente de Conapes aclaró que hace seis meses calculaban en $18 millones anuales el monto de las extorsiones entregadas a las pandillas. Pero con el reciente incremento de la actividad delictiva, estiman que producto de este flagelo los pequeños empresarios habrán entregado $36 millones al terminar el año.
Vilanova señaló que para incentivar la economía, será necesario corregir la situación de criminalidad que afecta a las empresas que ya existen. “Sin seguridad no hay inversión”, concluyó.
En los mismos términos se expresó Víctor Rodríguez, presidente de Sociedad de Comerciantes e Industriales Salvadoreños (SCIS). Según él, lo primero que debe hacer el gabinete de Salvador Sánchez Cerén es enfocarse en el combate a la delincuencia.
“Muchas pequeñas empresas están cerrando”, indicó el presidente de la SCIS. Por su parte el dirigente de Conapes habló de una “fuga de empresarios”, quienes estarían abandonando el país debido a la persecución y amenazas por parte de estos grupos delictivos.
Al respecto, Conapes presentará este lunes un informe sobre inseguridad en el sector. La política para mejorar el clima de negocios e incentivar la recuperación económica deberá incluir como elemento indispensable el tema de la seguridad. —EDH