Foto: Artesana colombiana llena de fique las tiendas Juan Valdez y ferias mundiales

La iniciativa comenzó en 2004

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Foto: Artesana colombiana llena de fique las tiendas Juan Valdez y ferias mundiales

Por Agencia EFE

2014-05-22 6:00:00

Las tiendas de café Juan Valdez se han llenado de lámparas de fique, una fibra natural que se cultiva desde tiempos inmemoriales en Colombia, a iniciativa de una empresa de Ibagué (centro) que ha hecho de esta artesanía un producto muy preciado en las ferias internacionales.

Colombia, el mayor productor mundial de fique, la materia prima que también se usa para fabricar cuerdas y sacos, elaboró en 2011 un total de 20.797 toneladas de esta fibra, de las que el 52 % fue a parar a la industria y el restante 48 % a la artesanía.

En Ibagué, capital del departamento del Tolima, Elizabeth Murillo, gerente de la compañía Fiqueli, teje a mano, junto a otras 10 personas, jarrones, bandejas, frutas y floreros que hacen parte de los 150 artículos decorativos en 32 colores de su portafolio.

Esta es una de las regiones, junto a Valle del Cauca, Nariño, Santander, Antioquia y Boyacá, donde se cultiva la fibra.

Murillo recibe en su taller, que también sirve de vivienda familiar, el fique en su tono beige original para ser lavado, teñido, secado, transformado en diferentes figuras y pulido hilo a hilo.

“El nuestro es un producto único porque el fique se trabaja siempre plano y la innovación que logramos consiste en desarrollar una técnica con la que le podemos dar volumen”, explicó la empresaria a Colombia.inn, agencia operada por Efe.

La novedosa propuesta de Murillo, fruto del talento que perfeccionó durante años con la madera y que luego trasladó con éxito al fique, ha conquistado a la reputada marca Juan Valdez, que exhibe lámparas de Fiqueli en sus tiendas de Kuwait, México y Colombia, al tiempo que proyectan nuevos negocios de forma conjunta.

Sus artesanías han tenido además gran acogida entre los compradores de las ferias Ambiente de Fráncfort (Alemania), Maison & Objet de París y la International Gift Show Summer de Nueva York.

Al crecimiento de la compañía han contribuido la Fundación Aid to Artisans, el Centro de Promoción de Importaciones de Países en Desarrollo de Holanda, la Cámara de Comercio de Ibagué y Proexport, oficina encargada de la promoción de las exportaciones, la inversión y el turismo en Colombia.

Esos apoyos le permitieron pulir su técnica y diferenciarla de las manualidades en fique, tales como tapetes, individuales, mochilas y cestería, que se hacen en otras regiones del país.

“Cada vez que vamos a un evento en el extranjero la aceptación que tenemos es enorme por las formas que hacemos, algunas de gran tamaño ya que alcanzan más de un metro de alto en jarrones, y por la dedicación de hasta 12 días que requiere cada pieza”, comentó.

Para ampliar las posibilidades comerciales de esta iniciativa empresarial, que vio la luz en 2004, la emprendedora se introdujo en el segmento de moda femenina, con bolsos y carteras.

El primer acercamiento a ese competitivo mercado lo hizo de la mano del diseñador Hernán Zajar, quien en 2006 incluyó las creaciones de Elizabeth Murillo en el desfile “Identidad Colombiana” celebrado en la pasarela de Milán (Italia).

Fiqueli vende sus productos a precios que oscilan entre 6 y 400 dólares en Estados Unidos, Canadá, Italia, Guatemala, Reino Unido, España y Puerto Rico; y en los próximos meses dispondrá de una tienda exclusiva en Bogotá.

De la producción de esta fibra viven unas 70.000 familias campesinas de Colombia y el objetivo de Murillo es dotar a estas artesanías de “estatus y posicionarlas por su alto potencial exportador”.