BID recomienda programas de seguridad para los países de C.A.

La violencia que se vive en la región es preocupante para el organismo internacional, que sugiere se busquen mejores controles.

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Roberto Lorenzana y Franzi Hato Hasbún del FMLN, en los extremos, con Jorge Daboub de la ANEP durante el encuentro de reforma fiscal.

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2014-05-28 8:00:00

El Salvador es considerado como uno de los países más violentos del mundo, con índices de homicidios preocupantes para toda la población. En este caso, Mirna Liévano de Marques del BID, presentó su opinión sobre los altos índices de violencia que agitan a la nación.

Para ella, aún más preocupante que la inseguridad en el país, es la violencia que experimenta Centroamérica, especialmente en el triángulo norte, compuesto por El Salvador, Guatemala y Honduras.

“Es una cosa incontrolable que está desbordada, es una situación que realmente rebasa el control”, expresó la prosecretario. No sólo es una problema que afecta a la población, sino también a la economía nacional, debido a que un país violento aleja la inversión privada.

Lo alarmante está en que no se han implementado programas de control para subsanar dicha situación, “yo sinceramente creo que hay que hacer el máximo esfuerzo, todos los países están avanzando hacia algo muy importante que es tener un programa de seguridad”, concluyó.

Con ésto se refiere a la importancia que dan los países latinoamericanos por buscar medidas de control para combatir la delincuencia, y aunque muchos países no han logrado detener la inseguridad, han logrado controlarla.

Para paliar la situación regional, el BID ha recomendado a los países del continente que formen grupos más grandes dentro del gabinete de gobierno para que se dediquen a programas en contra de la violencia.

Acepta que este es un problema que debe solucionarse a mediano plazo, y debe ser apoyado con esfuerzos de toda naturaleza para poder reincorporar a las personas que delinquen a la sociedad y así frenar el tema de la inseguridad.

Considera que uno de los aspectos clave por lo que la criminalidad ha brotado, ha sido la desintegración familiar, ejemplificado con la migración en donde muchos salvadoreños abandonan sus hogares por muchos años, dejando a que sus hijos busquen refugio en las pandillas y actividades ilícitas.

Por otra parte, el nivel de polarización también afecta en este tema, mencionó que “se siente un ambiente muy agresivo en el país”.