El estudio publicado este jueves por el Fondo Multilateral de Inversiones, FOMIN, en cooperación con el Diálogo Interamericano ha encontrado la necesidad de crear incentivos en el sector financiero de los países para promover el ahorro de las remesas que envían los trabajadores migrantes.
En la presentación del estudio: “Situación económica y envío de remesas de migrantes de América Latina y el Caribe en el período post-recesión”, la gerente general del FOMIN, Nancy Lee, explicó que al canalizar las remesas a través de los bancos, con cuentas de ahorro, se podría generar un efecto de ahorro para educación, vivienda, inversiones y negocios, especialmente con las mujeres, tanto las que reciben remesas como las que envían dinero desde Estados Unidos, en su mayoría.
“El FOMIN trabaja con los clientes de remesas, y en particular con las mujeres, quienes son importantes tanto en su envío como recibo, para ofrecerles mayores oportunidades de ahorrar en cuentas formales con el fin de que puedan invertir en educación, vivienda, creación de empresas y otras necesidades”, explicó la especialista.
El FOMIN apuesta por el sector femenino, que si bien presenta algunas vulnerabilidades, iguales que los inmigrantes recién llegados; en el ejercicio del estudio que tomó muestras poblaciones de salvadoreños, mexicanos, colombianos entre otros, según las regiones de mayor presencia de estas minorías, se demostró que las mujeres son las que en mayor cantidad de veces y en proporción envió más dinero a El Salvador, Honduras, Guatemala, México, Colombia y otros países caribeños de la investigación.
El informe concluyó que los ocho países del muestreo han reflejado una recuperación en cuanto a recepción de remesas de hasta el 12 %, si se compara con el tiempo del pico de la crisis en Estados Unidos, los años 2007 – 2009.
Otro dato alentador expuesto por los expertos es que un porcentaje del 66 % de los encuestados ha expresado que ahorra de alguna manera, aunque este tiende a ser informal, algo que no garantiza la creación de riqueza a largo plazo.
También un 60 % de trabajadores inmigrantes poseerían cuentas de banco en Estados Unidos, pero no compensa con una baja del 30 % en la titularidad de las cuentas bancarias de sus receptores en los países de destino de las remesas, detallaron los organismos de investigación.